domingo, 2 de diciembre de 2018

20 años de la Revolución Bolivariana: Más fracasos que éxitos

POLÍTICA


El 6 de diciembre se cumplen dos décadas del primer triunfo electoral de Hugo Chávez, que desencadenó cambios politicos en Venezuela


20 años de la Revolución Bolivariana: Más fracasos que éxitos

Este mes de diciembre se cumplirán 20 años del primer triunfo electoral de Hugo Chávez, quien ganó la presidencia con más de la mitad de los votos válidos el 6 de diciembre de 1998. La cuenta de gobierno chavista ya tiene dos décadas y se puede tener visión clara acerca de algunos de sus éxitos y fracasos.

La medida del éxito de una revolución se da en la vigencia que tengan las instituciones que haya creado. De cuáles son las instituciones que perdurarán en el tiempo ya se verá en el futuro. Sin embargo, hay hechos políticos y económicos están a la vista para intentar una evaluación de estos 20 años.

Sobre eso trata esta enumeración, a modo de somero análisis.

Fracasos

1. Derechos Humanos: Esta fue una de las banderas levantada por los revolucionarios desde 1999. Sus ideas se plasmaron en el texto de la Constitución Bolivariana. Sin embargo, la nueva realidad es que la existencia de presos políticos y las muertes de jóvenes durante las protestas de 2014 y 2017 comprometen la vigencia de los DD HH. La forma en que se enfrentaron esas protestas no se concilia con las promesas de Hugo Chávez en 1999. Aun no hay opinión oficial del Tribunal de La Haya, pero sí hay denuncias concretas contra el gobierno venezolano, suscritas por mandatarios de otros países, y esto afecta la imagen de renovación en DD.HH que tenía la Revolución Bolivariana en sus inicios. Esa bandera la perdió.

2. Lucha contra la Corrupción: Otra bandera de Hugo Chávez al llegar al poder en 1998. 20 años después, la falta de control en los gastos ha sido característica imperante junto a la obscuridad en la ejecución de los presupuestos. Los ciudadanos no saben cómo se designa y se ejecuta el Presupuesto Nacional. No hay transparencia en los organismos del Estado y esto generó tendencias a la corrupción generalizada. Hay sensación de impunidad a los infractores de la pulcritud administrativa. Nunca ha habido transparencia para informar de dónde salieron los recursos para financiar las miles de movilizaciones que se realizan durante la etapa revolucionaria. Si la lucha contra la corrupción fue bandera del chavismo, hoy ya no hay fundamento que la exhiba con moral para mantenerla alzada. Otra bandera perdida.

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3. Crisis social. Ha habido alimentación y salud mermada sustancialmente en la calidad de esos servicios. El saldo de la atención social es negativo, independientemente de que las clases más pobres continúen apoyando al sistema político imperante. La referencia medible del fracaso puede ser detectada en niveles de desnutrición, baja de la calidad de atención médica y retorno de algunos tipos de enfermedades.

4. El desastre económico. Es evidente que el desastre llegó a la economía nacional. La revolución fracasó en la producción de bienes y servicios, y trajo caos que los revolucionarios atribuyen a la guerra económica.

Si esa guerra existe, el gobierno la está perdiendo. Pero hay que aclarar que para los revolucionarios, la economía no es la prioridad. Lo es la política. El éxito político cuenta con un daño económico colateral.

Si se intervinieron tierras productivas y bajó la producción, pues para ellos no importa porque vale más haber cambiado el propietario o manejador de esas tierras, que es el fin revolucionario. La filosofía de los revolucionarios es que primero es la igualdad y después el bienestar económico.

Pero el fracaso económico  de la Revolución Bolivariana ha sido leve o moderado durante la primera década y muy acentuado durante los últimos 6 años producto de la baja en los precios petroleros de 2013.

Por esto, el caso venezolano puede que sea estudiado en el mundo como un fenómeno de multimillonarios ingresos petroleros con inmediatamente posterior caída drástica el bienestar social. No hubo o ha habido hasta ahora, una propuesta político económica de éxito que sea novedosa.

5. Nuevo entramado institucional. Después del derrumbe de las instituciones vigentes muchas nuevas no ha sido admitidas por buena parte de la población.

El éxito de un grupo político se da cuando se convierte su fuerza política en derecho y la obediencia en deber. Desde un punto de vista, eso ha ocurrido con el texto constitucional, al que la mayoría acata.

Pero, buena parte de la población siente que la clase política dominante –en pos de mantener su dominio político- no cumple con la Constitución, es decir las propias reglas fundamentales que el chavismo creó.

El intento de implantar arbitrariedades ha generado la reacción, no solo interna, sino de muchos países del mundo que observan el desempeño de la política.

6. Pacto Cívico-Militar: Uno de los rasgos definitorios de la revolución es la participación de los militares en la política. Se ha cumplido todos estos 20 años. Sin embargo, cerca de 4 de cada 10 venezolanos no admiten este cambio, aunque obviamente han debido soportarlo. No queda eso como una implantación en la cultura política venezolana.

Éxitos:

  1. La Constitución de 1999. La medida del éxito de una revolución la dará la vigencia presente y futura de las instituciones que haya creado. Casi todos los grupos están hoy respaldando el contenido de la Constitución Bolivariana. Los oficialistas dicen cumplirla, la mayoría de los opositores dicen defenderla (Esto se dijo en discurso de uno de los oradores principales del opositor Frente Amplio hace varios días en el Aula Magna de la UCV). La oposición enjuicia hoy a los ejecutantes pero no al marco jurídico constitucional creado y vigente hoy.

2. Dos décadas de hegemonía política. División y Neutralización de los adversarios. El esquema de dominación política aplicado ha dado sus frutos en dos décadas. Inicialmente fue a través de un sistema abierto y competitivo. El líder Hugo Chávez, con un discurso emotivo, control institucional y la orientación presupuestaria en función de los intereses estratégicos de los revolucionarios, ejercicio una clara dominación con amplio respaldo popular. A partir de 2014, con Nicolás Maduro, se transformó por un sistema basado en la fuerza y el control institucional. Actualmente se fundamenta en un férreo control político institucional, donde no hay clara distinción entre los poderes públicos; fomentar la división de los adversarios y solidificar los apoyos básicos del chavismo.

3. La Pertenencia. El sentimiento de pertenencia en amplias capas de la población, que se sienten vinculadas directamente al proceso político que se inició en diciembre de 1998.

Un tipo de enlace distinto construido entre el estado y los ciudadanos, a través de la acción de la clase política dominante.

Entonces, el pueblo se siente partícipe directo del proceso político, de la gestión del gobierno y de otras instituciones. El éxito mencionado se ilustra en la frase “Con Chávez manda el pueblo”, que sintetiza el esquema de dominación que ha imperado en dos décadas, y que es distinto al que tuvo vigencia en los 40 anteriores a 1998. Aquél fue el gobierno de “ellos”, que el pueblo acataba. La acción revolucionaria hizo sentir que cada ciudadano apoyante es el Gobierno en sí mismo.

4. El protagonismo de la pobreza. Durante estos 20 años, el tema de la pobreza y la necesidad de la igualdad, adquirieron un protagonismo inusual en la historia política del país.

Se verifica un cambio en mentalidad del venezolano sobre trato a la pobreza, que difícilmente pueda ser ignorado o revertido en un eventual nuevo sistema político distinto que impere en el futuro.

Ha sido un cambio cultural. Colocar el tema de la desigualdad social en el tapete del debate público es uno de los grandes rasgos definitorios de la revolución bolivariana. La filosofía de los revolucionarios es que primero es la igualdad y después el bienestar económico.

El objetivo de la Revolución Bolivariana fue implantar una huella en la historia, un cambio de visión. Su objetivo es político y en esto de la pobreza ha tenido éxito en estas dos décadas.

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