diciembre 15, 2018 4 Minutes
Sorprendió esta semana pasada la abjuración de Pablo Iglesias hacia el régimen bolivariano de Venezuela : “No comparto algunas cosas que dije en el pasado” dicen que llego a decir, machacando con ello el buen hablar del español con su engolamiento verbal (como se puede decir” no comparto lo que yo he dicho). Ridículo.
España atónita pues todos hemos sido testigos de aquellas declaraciones suyas en las que decía literalmente cosas como; “Lo que está ocurriendo en Venezuela es una referencia para el sur de Europa”, o aquella en la que consideró al régimen Bolivariano “una de las democracias más consolidadas del mundo”, y “una alternativa para los ciudadanos europeos
Pero en fin todos conocemos las derivas del “líder supremo” que, gracias a Dios, están dejando de llamar la atención y de concitar al voto.
Coincidiendo con que Iglesias abandona la loa de lo bolivariano resulta curioso que, también la semana pasada, descubriéramos que los iraníes y los rusos habían mandado fuerzas militares a Venezuela para unas supuestas “maniobras militares”.
Uno podría preguntarse si tal es el pavor de Maduro, por el abandono de la protección intelectual de su régimen del “gran líder” de Podemos, que ante tamaña orfandad intelectual le ha llevado a llamar a rebato a rusos e iraníes. No lo creo, es una exageración querido lector, una licencia.
Pero lo que si es cierto es la máxima inquietud que generó entre diversos ámbitos del Ejercito del Aire español el hecho de que un Antonov y un Ilyushin rusos sobrevolaran el espacio aéreo patrio, sin notificación previa, rumbo a Venezuela para asistir a las mencionadas maniobras militares.
Su preocupación no era baladí pues ambos aviones tienen la capacidad de ser transportes nucleares y además días antes de estos vuelos se había producido el anuncio del Ministro de Defensa venezolano sobre el inicio de las citadas maniobras con las siguientes palabras :“Nos estamos preparando para defender a Venezuela cuando sea necesario”.
Según esto Maduro se estaría preparando para defender Venezuela, pero la realidad es que Maduro se está pertrechando de matones amigos para protegerse el. Venezuela, sin Maduro y los bolivarianos, no necesita protegerse sino comida, medicamentos, y sobre todo libertad.
Cómo será la desesperación de ese país cautivo y desesperado que en las elecciones municipales del pasado 9 de de Diciembre, los fieles a Maduro ganaron pero con un 72% de abstención, es decir, un 72% del país se comió su miedo a no ser visto ante las urnas y decidió quedarse en casa antes que darle el mínimo soporte legal a los chavistas y sus candidatos municipales.
Por si fuera poco, Maduro chantajea a su pueblo con el llamado Carnet de la Patria”, un documento con el que Maduro controla de cerca a su pueblo y en el que el venezolano ha de reflejar toda actividad en su vida, incluso si ha votado o no y casi a quien. Ante esto ¿quien quiere. O puede, enfrentarse?
Pero lamentablemente no es casual esta exhibición de matones internacionales de Maduro ahora, bien sabe que su régimen tiene fecha de caducidad: el jueves 10 de enero de 2019.
Y es que el artículo 231 de la Constitución “vigente y real” en Venezuela establece claramente que: “El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional”.
Según el chavismo no hay duda de que Maduro alcanzó la reelección en aquellas elecciones de aquel domingo 20 de mayo que ellos califican como “transparentes y justas”.
Sin embargo, la oposición venezolana, las potencias occidentales encabezadas por Estados Unidos y los países que integran la Unión Europea así como la mayoría de las naciones latinoamericanas, han calificado desde entonces ese proceso de fraudulento y no reconocen sus resultados.
Tratando de evadir la norma constitucional, Maduro juro su cargo el 24 de mayo ante la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente para dar por hecho su continuidad en Miraflores.
Pero a su vez, los ministros europeos como Borrel dejaron bien clara su posición ante este hecho “Maduro ahora y hasta el 10 de enero tiene la legitimidad de unas elecciones que nosotros reconocemos, pero el 10 de enero se le acaba ese mandato, y empieza un mandato en base a unas elecciones que no reconocemos. Nosotros no reconocemos gobiernos, reconocemos estados”.
Maduro pues, será ilegal desde el 10 de Enero de 2019 y cualquier cosa que haga, pacte o firme desde entonces no será reconocida ante la mayoría de los países del mundo.
Ante esto Maduro ha clamado: “El 10 de enero quiero al movimiento estudiantil en la calle, defendiendo la revolución. Vamos a prepararnos en las milicias universitarias, ¡estudio y fusil!”, pero 40 países ya han avanzado que no reconocerán su Presidencia.
Sin embargo todo apunta a que Maduro jurara el cargo en esa fecha con el boato revolucionario de costumbre y que el chavismo mantendrá al país bajo control. Un país en el que según la última encuesta de Delphos, sólo el 16,2% de los encuestados respalda al gobierno del “hijo de Chávez”.
Probablemente nada pasará y es que hay tanto hambre y tanta miseria en Venezuela que apenas le quedan fuerzas a ese pueblo, ahogado por la dictadura, para salir a la calle y gritar aunque esta sea probablemente una de las últimas veces en que eso sea posible.
Pero por si acaso Maduro hace exhibición de sus matones internacionales. Los iraníes y los rusos acuden a Venezuela pero que nadie se engañe, no acuden para salvar a la gente, no, acuden pues los intereses de esos países en los recursos naturales de Venezuela son algo que no quieren perder.
No es al pueblo al que rusos e iraníes acuden a proteger sino a sus propios intereses y de paso a mantener a un dictador que les provee de cuanto quieren mientras liquida a su pueblo tan solo por pervivir y eternizarse en el cargo. Pobre Venezuela.
Pues eso
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