Incomoda el contraste. Que, mientras un país se desmorona, también se celebren lujosas fiestas sexuales, donde, para aprovechar la crisis, se contratan prostitutas venezolanas
Por Orlando AvendañoActualizado Dic 19, 2018
Este año, como Colombia y Trinidad han tenido problemas para celebrar las fiestas dionisiacas, lo hicieron en Venezuela. (Vimeo)
En el portal del evento, se lee “la única e inigualable, Sex Island. Experimenta cuatro días en una isla privada con las mujeres más hermosas, cuya misión será hacerte sentir como un rey y satisfacerte”.
Y este año, como en Colombia y en Trinidad han tenido problemas para celebrar las caribeñas fiestas dionisiacas, lo hicieron en la isla de Margarita, Venezuela, donde hay menos rigidez, a la hora de imponer la ley.
El tabloide británico The Sun fue el que publicó la nota sobre la revelación del lugar. “La ubicación exacta de la infame Sex Island, llena de drogas, se reveló como una playa privada en una isla turística en Venezuela, país afectado por la crisis”, se lee en el medio.
La locación, como es usual en este evento, se revela justo un día antes de que quienes compraron sus boletos se embarquen en la aventura sexual. El año pasado fue en Cartagena y, ahora, sorprende a los venezolanos con una jornada carnal, banal, en Margarita, cuyas entradas cuestan, al menos, unos USD $4500.
Exactamente fue en el hotel cinco estrellas, Hesperia. Con canchas de golf, tenis, piscinas y una playa privada, sirvió como recinto ideal para recibir a los 30 hombres que disfrutaron el festival.
Se lee en The Sun que a los organizadores les atrajo la flexibilidad en torno a la utilización de drogas y la prostitución en la isla venezolana.
Hay un testimonio, el de Ryan, un dentista de Nueva York que viajó a Margarita entre el 14 y 17 de diciembre. Según dijo al diario inglés The Mirror, pagó 4.600 libres esterlinas para participar en las orgías y consumir drogas.
“Cuenta que en su primera noche presenció ‘un espectáculo lésbico’ en vivo. Y el sábado, participó en un ‘torneo de golf de orgía’ en el cual el ganador podía tener a todas las 100 prostitutas durante 15 minutos”.
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Ryan dijo a The Mirror que la mayoría de las mujeres contratadas para satisfacer a los participantes eran venezolanas y colombianas. Hubo una de Canadá.
“Aseguró que los otros invitados eran todos profesionales, médicos y abogados, la mayoría de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia”.
El evento es hermético. Los organizadores cuidan cada detalle. Según se lee en su página web, no se permiten fotografías ni revelar la información de quienes compren boletos. La locación es confidencial hasta el último día. Y, al final, revelaron que el festival de excesos sería en Margarita.
Incomoda el contraste. Que, mientras un país se desmorona, también se celebran lujosas fiestas sexuales, donde, para aprovechar la crisis, se contratan prostitutas venezolanas.
¿Fake News?
Pese a los medios que reseñaron la realización del evento en Margarita, tanto el Grupo NH Hotel, propietario de Hesperia, como el régimen venezolano negaron la información.
En un comunicado de prensa, la empresa hotelera desmintió haber sido anfitrión del festival Sex Island.
La información “solo busca dañar la imagen del hotel, de la valorada marca Hesperia así como de la maravillosa Isla de Margarita en Nueva Esparta (…) Desmentimos de manera contundente que tal evento se haya realizado en ninguna de nuestras instalaciones (…) mostramos total rechazo ante eventos y personas que no encajan con nuestra ética y que son totalmente ajenos a nuestros valores y filosofía de trabajo”, se lee en el texto.
También, de acuerdo con el blog La Tabla, el Ministerio de Turismo negó que la actividad se haya celebrado en Margarita. De acuerdo con el régimen de Nicolás Maduro, la intención era “atacar a Venezuela para exponerla como una nación que promueve el comercio sexual y el consumo de drogas”.
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