jueves, 31 de enero de 2019

¿Cuál es la fortaleza militar de la Fuerza Armada que sostiene a Maduro?

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Por María Rodríguez 
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Jueves 31 de enero de 2019, 17:00h 
María Rodríguez (ALN).- 

 Más allá del número de carros de combate, aviones, militares, milicias… la verdadera capacidad de unas Fuerzas Armadas se mide por el nivel de formación, operatividad, tecnología, cohesión y moral del personal. Y eso en Venezuela está muy afectado.

De ahí que, ante una hipotética intervención estadounidense, la potencia militar de la Fuerza Armada de Venezuela “sería bastante limitada”. Así lo ven expertos en Seguridad, Defensa e Ingeniería Naval consultados por el diario ALnavío.


Maduro participó en la preparación de ejercicios militares

Todos los focos de la comunidad internacional y el pueblo venezolano están puestos en la Fuerza Armada de Venezuela (FANB) y en los pasos que esta pueda dar para ayudar a resolver la crisis. Pero ¿qué capacidad real tiene la FANB?

“El potencial militar de la Fuerza Armada venezolana se ha visto muy afectado porque los nombramientos y ascensos no se rigen por un sistema de mérito y capacidad, sino de lealtad y afinidad política.

Sin olvidar los problemas derivados de la crisis económica”, explica al diario ALnavío Jesús M. Pérez Triana, analista de Seguridad y Defensa.

La hoja de ruta de Juan Guaidó (acabar con la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres) obliga a Nicolás Maduro a movilizarse en los cuarteles. Maduro participó en la preparación de los ejercicios militares de la FANB en el estado Carabobo.

Un ensayo para las maniobras del Bicentenario de Angostura, previstas entre el 10 y el 15 de febrero. Anunció la conformación de 50.000 Unidades Populares de Defensa en Venezuela.

Y puso como meta llegar a dos millones de milicianos antes del 13 de abril. Además, destacó que “el equipamiento militar ruso más moderno del mundo está llegando a Venezuela”.

Pero, más allá del número de carros de combate, aviones, militares y milicianos, “la verdadera capacidad de unas Fuerzas Armadas se mide considerando más factores: el nivel de formación y entrenamiento, la operatividad del material según se tengan buenos técnicos y suficientes repuestos, la cohesión y moral del personal, etc”, tal como insiste Pérez Triana.

La Fuerza Armada de Venezuela dice que el único presidente legítimo es Nicolás Maduro

Leer más En ese sentido, ¿cuál es la capacidad militar real de Venezuela? “Tienen sobre el papel unas capacidades notables, que están afectadas por la crisis económica e, insisto, un sistema de promoción interna basado en la lealtad política”, apunta Pérez Triana.

El analista recuerda que Venezuela adquirió en los últimos años materiales militares de Rusia y China “que podemos considerar -siempre sobre el papel- avanzados para el contexto regional de Hispanoamérica”.

Pérez Triana destaca algunos sistemas de origen ruso, como los cazabombarderos Su-30MKV o los misiles antiaéreos S-300, “que no tienen equivalente en el continente, fuera de Estados Unidos”.

También los carros de combate T-72B1 de origen ruso, “aunque anticuados y de segunda mano, igualmente destacan sobre el resto de los países de la región”, informa.

En el pasado, algunas ramas de la Fuerza Armada venezolana tuvieron puntualmente “altas capacidades” en el contexto regional, recuerda el analista.

Y pone un ejemplo: “En los años 80, la Fuerza Aérea venezolana tenía unos altos estándares de profesionalidad y fueron autorizadas por Estados Unidos a adquirir aviones avanzados”.

Ahora bien, en el contexto actual de crisis y de tensión máxima, “si estamos considerando una hipotética intervención estadounidense, las capacidades de la Fuerza Armada venezolana son bastante limitadas”, subraya Pérez Triana.

Comparte esta última lectura Emilio Rodríguez-Díaz, profesor de Estudios Marítimos y Arquitectura Naval de la Escuela de Ingeniería Marina, Náutica y Radioelectrónica de la Universidad de Cádiz (España).

“Venezuela es un país quebrado y dudo mucho que sea capaz de ser operativo para defenderse de cualquier ataque exterior por sí mismo.

Otra cosa es que reciba ayudas de primos mayores como China o Rusia, y que estos le suministren más material y repuestos, además de asesoramiento militar”, recalca Rodríguez-Díaz.

“Por sí sola, Venezuela es un país muy limitado en cuanto al uso de su Fuerza Armada. Bien es cierto que su poderío militar actual, a pesar del escaso rendimiento, le daría de sobra para aplastar a la disidencia, ya que la población civil no está ni armada a modo de milicia”, advierte este profesor.

Contratos de armamento en el aire

El gobierno de Pedro Sánchez aún no se ha pronunciado sobre si autorizará a la empresa española Star Defence Logistic Engineering (SDLE) a modernizar 86 carros de combate AMX-30 del régimen de Maduro. Visto el ultimátum de España contra Maduro para que convoque elecciones libres de manera urgente o reconocerán a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, este contrato de repotenciación podría estar en el aire.

Así lo cree Laura Gamboa-Gutiérrez, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Utah (EEUU). “Con el escenario actual, no veo fácil que el Gobierno español autorice que se repotencien estos tanques, por lo menos en el corto plazo”, afirma esta profesora.

El mismo modelo de los tanques de Maduro se usó en la Guerra del Golfo

Leer más Cabe apuntar que esta semana, la empresa pública española Navantia, retiró de forma temporal a su personal de los trabajos de supervisión de la construcción del buque Comandante Eterno Hugo Chávez, en Venezuela.

Para Rodríguez-Díaz este anuncio responde a un “movimiento de carácter diplomático, como medida de presión al gobierno de Maduro”. Una visión que comparte Gamboa-Gutiérrez: “Creo que más que una jugada militar es una jugada diplomática”.

El gobierno de España tiene la última palabra sobre modernizar los AMX-30 de Venezuela

Este buque es el último de los cuatro patrulleros adquiridos por el gobierno de Hugo Chávez al de José Luis Rodríguez Zapatero en 2005 por 1.246 millones de euros.

Los tres primeros buques se ensamblaron en la factoría de Navantia, en San Fernando (Cádiz, España). El cuarto en Carabobo (Venezuela) en 2009, para rebajar costos, y con la asistencia técnica de la firma española. En abril de 2018 se iniciaron las pruebas de mar, según publicó Infodefensa. Pero aún no está listo.

“El retraso en la construcción se debe básicamente a las escasas capacidades de los astilleros venezolanos. Un barco viene a ser una pequeña fábrica por sí misma, y su construcción conlleva una serie de problemas que se deben ir solventando sobre la marcha.

Esto se consigue mediante personal debidamente cualificado junto con infraestructura y equipos que permitan a su vez una rápida intervención y solución”, explica el profesor Rodríguez-Díaz. En otras palabras, una carencia que también impacta en la capacidad militar de la Fuerza Armada venezolana.


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