POLÍTICA
Las diferencias entre la juramentación de Nicolás Maduro Moros como presidente en el 2013 y 2019
En medio de una polémica internacional, el Tribunal Supremo de Justicia juramentó a Nicolás Maduro como presidente de la República el pasado jueves 10 de enero, fecha que establece la Constitución de la nación.
“Lo juro delante de esta Constitución aprobada por el pueblo”
Aseguró Nicolás Maduro el 19 de abril de 2013, cinco días después de las elecciones presidenciales que lo declararon Presidente de la nación por primera vez. Dichas elecciones se llevaron a cabo ante la muerte del entonces presidente, Hugo Chávez Frías, mandato que asumió el 10 de enero de ese año.
En 2013, Maduro juró ante Diosdado Cabello, entonces presidente de la Asamblea Nacional. Esta vez, el Poder Ejecutivo dijo que la Asamblea Nacional legítima se encuentra “en desacato”, por lo tanto el acto se realizó ante el Tribunal Supremo de Justicia.
Los invitados
A pesar de que en la fecha, las elecciones del 2013 también fueron consideradas controversiales al estar envueltas en una polémica de fraude, estuvieron presentes todos los poderes del Estado menos 65 diputados de oposición que desde la fecha se negaron a reconocer a Maduro hasta que se realizara un recuento de los votos.
A nivel internacional, acudieron 17 jefes de estados y de gobierno, entre los cuales figuraron todos los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas, exceptuando al máximo mandatario chileno, Sebastián Piñera, quien estuvo ausente por “compromisos ineludibles”.
El pasado 10 de enero reinó el vacío. Los EE.UU, la Unión Europea y el Grupo de Lima se negaron a enviar representantes ya que consideran que las elecciones de mayo de 2018 en las que se proclamó ganador a Nicolás Maduro “no cumplieron con estándares internacionales”.
A la reciente toma de posesión acudieron solamente cuatro mandatarios latinoamericanos: Evo Morales de Bolivia, Miguel Díaz-Canel de Cuba, Salvador Sánchez Cerén de El Salvador y Daniel Ortega de Nicaragua. Solamente asistieron dos presidentes de países externos al continente: Anatoli Bibílov de Osetia del Sur y Raul Khajimba de Abjasia, dos países no reconocidos por la ONU.
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La posición internacional
En el pasado 2013, la Organización de Naciones Unidas se limitó a publicar un comunicado en su web en el cual su portavoz, Martin Nesirky declaró “observar cuidadosamente” lo que sucedería después de las elecciones presidenciales. La preocupación del organismo no estaba relacionada a la legitimidad del presidente o a la validez de las elecciones sino una invitación a la calma entre los posibles manifestantes opositores al recién electo gobernante, “esperamos que cualquier protesta que se lleve a cabo sea pacífica”, dijeron.
En esta ocasión declararon que seguirían trabajando con el gobierno “en el marco de asistencia al desarrollo, en alimentación, salud, seguridad y nutrición” y ante la presión internacional, su portavoz Stéphane Dujarric anunció que “no es su tarea reconocer o no reconocer a jefes de Estado”.
Es relevante resaltar que es la misma organización la que provee estadísticas sobre la crisis migratoria que ha generado la gestión gubernamental de los últimos años. El organismo prevé que en 2019 habría 5.3 millones de refugiados venezolanos.
Por su parte, otros organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos, acordaron no reconocer la legitimidad del “período de régimen a partir del 10 de enero”.
La decisión de @OEA_oficial de no reconocer legitimidad del régimen de Nicolás Maduro, es confirmación de denuncias de Colombia y la lucha del Grupo de Lima para restablecer democracia en Venezuela. Es un llamado a comunidad internacional para cercar diplomáticamente la dictadura
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Según el experto en Venezuela de la Universidad de Columbia, Michael Penfold, esto se debe al “colapso del estado de derecho y la democracia”, ya que, según el analista, la comunidad internacional “dio espacio para que se corrigiera pero no ocurrió.
El observador
Los medios internacionales titularon con dureza la toma de posesión de Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, en los cuales lo califican de “aislado” y hacen énfasis en el éxodo venezolano, la presión internacional y la “soledad” en la cual el asumió el cargo.
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