Martes 08 de enero de 2019, 15:01h
Por Juan Carlos Zapata @periodistajcz.-
No se hacen ilusiones los factores económicos sobre las medidas económicas que puede anunciar Nicolás Maduro en los próximos días. Va Maduro a un segundo mandato con el mismo equipo y el mismo discurso. Pero con un escenario peor.
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Maduro va al encuentro de su destino / Twitter: @NicolásMaduro
No hay equipo. Y el equipo que más o menos entiende la situación, sucumbe ante el empuje de los otros, los que de verdad llevan las riendas de la economía en el gobierno de Nicolás Maduro.
Un empresario comenta que se han reunido con algunos ministros, con algunos funcionarios del Banco Central, y estos les hablan de la unificación cambiaria, de la eliminación de ciertos controles, y luego ¿qué pasa? Nada.
Todo sigue igual. O todo es peor. Porque no llegan las medidas. Las que deben tomarse. Y cuando hay un amago de buena dirección, el anuncio es incompleto.
Lo que prometen aquellos funcionarios se ha repetido una y otra vez. Pero ganan los radicales dentro del Ejecutivo. Así es como Maduro ha ido perdiendo todas las batallas de la economía. Y la situación va para peor.
Un empresario comenta que se han reunido con algunos ministros, con algunos funcionarios del Banco Central, y estos les hablan de la unificación cambiaria, de la eliminación de ciertos controles, y luego ¿qué pasa? Nada. Todo sigue igual.
O todo es peor. Porque no llegan las medidas. Las que deben tomarse. Y cuando hay un amago de buena dirección, el anuncio es incompleto. Lo que prometen aquellos funcionarios se ha repetido una y otra vez.
Va para peor. Dice otro empresario. Y este es de los que cuenta con algún acceso a fuentes del Gobierno. Y hablan. Y se enteran.
Y se atreven a hacer el pronóstico de que este año va a ser clave. Que en 2019 Nicolás Maduro de manera inevitable va al encuentro de su propio destino. Y ese destino se llama la economía.
Y anuncia que 2018 quedará pálido ante lo que viene. ¿Qué es lo que pronostica este empresario? Un escenario marcado por estos factores.
-Crisis de la deuda. Las demandas ya comenzaron.
-Menos ingresos.
-Más crisis petrolera. PDVSA no será recuperada.
-El problema de la ilegitimidad.
-Más sanciones económicas.
-Más presión internacional.
En conjunto, todos estos puntos ya existen. Ya están ahí. La diferencia estriba en el acento. En que todo se va a profundizar. Y todo será más grave al mismo tiempo. Con las consecuencias directas sobre el tipo de cambio, la inflación, la escasez, el PIB, etc.
El empresario no habla de estallido. El empresario no observa una confrontación. Pero el empresario admite un atasco. Casi como un colapso. Porque no hay soluciones mágicas para todo ese conjunto de factores.
No hay soluciones mágicas y tampoco respuestas urgentes. Porque el equipo no funciona. De modo que el pronóstico no es cualquiera. La situación empeorará. ¿Y después?
El mejor gobierno de Maduro ya terminó y ahora vendrá el peor
Nicolás Maduro se prepara para un segundo mandato...
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