Por Juan Carlos Zapata
Lunes 04 de febrero de 2019, 14:57h
Por Juan Carlos Zapata @periodistajcz.-
Cuba no abandonará a Maduro. Cuba dice que es leal a Chávez. Que es leal a Maduro. Pero Cuba lo que menos desea es verse involucrada en un conflicto internacional. Cuba que ha apostado por el diálogo en Colombia, y apostó por una negociación con Barak Obama que sorprendió al mundo.
Cuba no puede enterrarse con Maduro / Foto:
Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba
Una fuente vinculada a uno de los grupos de poder del Palacio de Miraflores le adelantó esta frase a KonZapata: Cuba quiere que Maduro se abra, que se abra a una verdadera negociación. Que este es el momento. Y puede perder el momento de una operación ordenada que garantice la sobrevivencia del chavismo y de algunos de sus factores y liderazgos.
Cuba puede estar viendo que a Maduro la situación se le va de las manos. Que ya perdió el juego internacional y que el costo que va a pagar por, ahora sí, la guerra económica, será muy alto para el país y para el chavismo.
Que el pueblo no lo acompaña. Y ello se vio el 23 de Enero y este 2 de febrero. El país lo protestó. Todo el país. Mientras recibió un escuálido respaldo de seguidores del Gobierno en la avenida Bolívar. Cuba también debe estar viendo que en la Fuerza Armada se resquebraja la unidad.
Y lo peor, que de caer el régimen, los agentes cubanos involucrados en operaciones con la Fuerza Armada, pueden ser los principales paganos de la crisis. De hecho, el asunto se ha discutido adentro. Que ya es hora de que salgan los “asesores” cubanos de la Fuerza Armada.
Ahora se sabe, Nicolás Maduro quiso negociar con Donald Trump pero este se negó. Y Maduro, por su parte, mató el diálogo en Venezuela. Por ello, ahora le resulta difícil reconstruirlo.
¿Cómo hará? ¿Cómo hará para hacer efectivo el consejo de La Habana? Juan Guaidó ofrece garantías. Guaidó ofrece una amnistía a los militares. Guaidó inclusive le ofrece amnistía a Maduro. Pero este responde llamándolo muchacho y diciendo que la política no es cosa de muchachos.
Cuba puede estar viendo que a Maduro la situación se le va de las manos. Que ya perdió el juego internacional y que el costo que va a pagar por, ahora sí, la guerra económica, será muy alto para el país y para el chavismo. Que el pueblo no lo acompaña.
Y ello se vio el 23 de Enero y este 2 de febrero. El país lo protestó. Todo el país. Mientras recibió un escuálido respaldo de seguidores del Gobierno en la avenida Bolívar.
Cuba también debe estar viendo que en la Fuerza Armada se resquebraja la unidad. Y lo peor, que de caer el régimen, los agentes cubanos involucrados en operaciones con la Fuerza Armada, pueden ser los principales paganos de la crisis. De hecho, el asunto se ha discutido adentro. Que ya es hora de que salgan los “asesores” cubanos de la Fuerza Armada.
Cuba puede estar viendo que China también extiende puentes hacia Juan Guaidó, que mantiene contactos con todas las partes a través de diversos canales.
Que Rusia habla de diálogo en el que se involucren muchos actores, en “cualquier iniciativa de mediación” que “debe ser imparcial y debe representar a una amplia gama de actores internacionales que tengan influencia en el gobierno y en la oposición”.
Cuba puede estar viendo que el trabajo y el mensaje de la oposición y de Juan Guaidó hacia China y Rusia puede estar surtiendo efecto, el mensaje de que a estas dos potencias les conviene el cambio de régimen, dado los intereses que mantienen en Venezuela.
Cuba no va abandonar a Maduro pero observa el escenario con cuidado. El ex jefe de Estado de un país europeo es a quien se le ha escuchado decir que Maduro y su grupo, si bien escuchan a Cuba, también es cierto que ello no implica que actúan de acuerdo al consejo. “Tienen autonomía”, dice. Oyen y descartan.
Por ello a Cuba le pueden estar preocupando algunas señales internas desde el chavismo.
Que de caer derrotados algunos grupos no es que pasan a convertirse en una fuerza de resistencia –guerrillera- en el país, apoyados por el ELN y la disidencia de las FARC, sino también, y ello es otra cosa, en comandos terroristas que ejecuten operaciones no solo en Venezuela sino, además, en otros países de América Latina.
Hace tiempo que Cuba dejó atrás la guerra de guerrillas, y de terrorismo no quiere ni remotamente hablar.
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Leer más Cuba todavía no va abandonar a Maduro. De hecho, una semana antes del 23 de Enero; una semana antes de la primera gran manifestación convocada por Juan Guaidó, el gobierno de Maduro anunció el arribo de 2.500 médicos y especialistas lo que ha sido interpretado como un reforzamiento de las operaciones comandos y de inteligencia del castrismo en Venezuela.
Hasta ahora Cuba ha venido haciendo el trabajo, que es mantener la vigilancia en la Fuerza Armada y en el poder civil, en ministerios y oficinas públicas.
Pero Cuba ha visto lo ocurrido desde el 23 de enero hacia acá. Ha visto la reacción del pueblo. Ha visto la unidad opositora. Ha visto la reacción de la comunidad internacional.
Ha visto cómo se mueven las olas en la Fuerza Armada. Ha visto cómo Juan Guaidó ha ganado en credibilidad, en confianza; ha visto cómo llega el discurso y cómo ha logrado despertar lo que estaba dormido. Ha visto cómo reprime el FAES en los barrios porque los barrios también protestan. Ha visto cómo el tiempo corre en contra de Maduro.
Cuba todavía no abandona a Maduro. Pero lo aconseja en otra dirección. Ya Fidel Castro le aconsejó una vez a Hugo Chávez que se refugiara en Cuba. Y Chávez aceptó. Y no se fue a La Habana porque otros lo retuvieron en Caracas. ¿Qué hará Maduro?
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