Fuente: Milenio
La respuesta de la cancillería se sostiene en la Doctrina Estrada.
El amago estadunidense no tiene fondos en el banco del ánimo en Palacio Nacional y los daños colaterales de esa postura se comenzarán a resentir en varios frentes: económico, político, diplomático y judicial.
Y como en política y la diplomacia no hay coincidencias, la investigación de los negocios del Corporativo Kosmos en Venezuela incorpora ya al Departamento del Tesoro estadunidense, donde tienen los nombres de los intermediarios, de nacionalidad colombiana, entre ellos mexicanos y el gobierno venezolano, y los representantes del Group Grand Limited, entidad encargada de facturar al gobierno de Maduro que bajo el esquema de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) pavimentó la ruta para los controvertidos negocios.
En uno de los informes estadunidenses se destaca el complejo esquema financiero de presunta corrupción, lavado de dinero y operaciones ilícitas entre México y Venezuela, donde aparece el Grupo Brandon, El Sardinero, Rice&Beans, Almacenes Vaca, La Cosmopolitana y Productos Serel, estas últimas parte del grupo Kosmos contra el cual se han abierto amplios expedientes en la CNDH.
El Presidente ha señalado que se revisarán todos los contratos a escala federal y la jefa de Gobierno ha decidido no renovar convenios con Serel ni empresas asociadas.
Esta medida sin duda traerá consecuencias, pero también preguntas fundamentales: ¿Quién será el grupo beneficiado con la caída de Kosmos?¿Los funcionarios de la 4T que tuvieron relaciones con las empresas hoy investigadas, en medio de la crisis venezolana, por delitos en una red de corrupción internacional tendrán algún tipo de conflicto de interés?
¿Ya se sopesaron las acciones del gobierno de Trump, desplegadas en varios frentes, de su estrategia contra el régimen de Maduro?
Porque el hilo suele romperse por lo más delgado.
posted by frentelibertario
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