Tras los acontecimientos del pasado 23 de febrero en la frontera entre Colombia y Venezuela, cuando las fuerzas de seguridad impidieron la entrada de la ayuda humantiaria al país, Nicolás Maduro y su cúpula cercana han señalado que el líder opositor, Juan Guaidó, debe ponerse a las órdenes de la justicia, argumentando que sobre él pesan medidas judiciales que le impedían viajar al extranjero.
Pero la división de opiniones en el seno del chavismo se acentúan y una fuente interna a la que ha tenido acceso ABC asegura que a última hora se ha dado marcha atrás a la orden de detención contra Guaidó por parte de uno de los grupos de poder del régimen, que alega que hay que tomar el pulso a Estados Unidos.
La reunión prevista del pleno del Tribunal Supremo quedó suspendida. La fuente consultada por este diario afirma que la deliberación en el Supremo fue reprogramada para después de carnavales. «Yo creo que se confiaron en que Guaidó tomó la decisión de pedir permiso al Parlamento para ausentarse del país y lo dejaron para después. Además, no ha llegado a los tribunales ningún recurso de parte de la Fiscalía, que es a quien le correspondería tomar esa decisión».
Existe un silencio incierto en el chavismo ante la llegada de Guaidó a Caracas tras su gira por Sudamérica y el recibimiento que le brindaron ayer miles de venezolanos en las calles de la capital.
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