Dirigentes de organizaciones políticas libertarias de los países afectados por Chávez y Lula Da Silva presentan alternativa conjunta contra la izquierda
Prensa Rumbo Libertad
Sao Paulo
Los movimientos Rumbo Libertad (MRL) de Venezuela y Brasil Livre (MBL) acordaron la unión de esfuerzos para luchar contra la propagación del comunismo en Latinoamérica, que habría hecho metástasis tras la llegada al poder de Hugo Chávez y Luiz Inázio Lula Da Silva con la instalación del Foro de Sao Paulo, proyecto establecido en complicidad con el dictador cubano, Fidel Castro para la destrucción de la región a través de su proyecto ideológico.
Según Roderick Navarro, coordinador nacional de Rumbo Libertad, el discurso utilizado por los dirigentes de la izquierda apelarían a la tristeza, al resentimiento y a la victimización de las clases sociales con la intención de llegar al poder y así enriquecerse, en lugar de trabajar “como lo hace la gente decente”. Además plantea el líder de uno de los núcleos de la resistencia, la liberación política y económica del país para transitar hacia un sistema que brinde calidad de vida a los venezolanos.
Por su parte, Kim Kataguiri, coordinador nacional del MBL ofreció toda la colaboración de su organización en Brasil para que su país procure aplicar sanciones que sirvan para presionar al régimen venezolano, sin embargo, critica la política exterior del gobierno de Michel Temer por no mantener una postura concreta frente lo que acontece en Venezuela y considera que las acciones del Palacio de Planalto no son suficientes para lograr la caída del régimen narcoterrorista.
“Aloiso Nunez (Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil) no es firme contra la dictadura venezolana (…) por eso los brasileños le estamos exigiendo que el Ejecutivo se pronuncie contra el gobierno de Nicolás Maduro”, decía Kataguiri, líder del movimiento de calle que consiguió la salida del poder de Dilma Rousseff, exmandataria comunista de su país, que fue destituida por vía legislativa, tras la multitudinaria presión de calle ejercida por la juventud en búsqueda de justicia.
De igual manera Navarro solicitaba apoyo del MBL para que presionara a la administración de Brasilia en pro del retiro de su embajador en Caracas y expulsar al embajador de la narcodictadura. Además pedía el dirigente del MRL que se dejara de ver que en Venezuela existe en una democracia, que “la falsa oposición y sus falsos diálogos” están haciendo creer que en el país se vive un clima de normalidad.
El llamado de reconocimiento a los movimientos de calle como los legítimos opositores a Nicolás Maduro obedece a que los partidos políticos en su totalidad han aceptado las ilegalidades del gobierno como legales y ejemplificó la situación con el reconocimiento que brinda el partido Voluntad Popular a la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente con la que convive y organiza un proceso de elecciones regionales, para distribuirse cargos con la dictadura, a pesar de que el partido naranja, use los símbolos de la resistencia como estrategia para evitar el rechazo político que causa en la población.
El histórico encuentro entre los movimientos libertarios de calle más influyentes de la región, que han sellado una histórica alianza, se propone evitar el regreso de los socialistas al poder en Brasil, así como la salida de Nicolás Maduro de la presidencia Venezolana, ya que ambos representan un peligro para la estabilidad política de la región.
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