EE.UU apunta al corazón de Rusia con posibles sanciones petroleras por negocios entre Pdvsa y Rosneft
Venezuela le saldrá cara a Putin
Parece estar muy claro que Vladimir Putin no está dispuesto a facilitar un cambio político en Venezuela impulsado por Estados Unidos. Rusia se ha convertido en uno de los pocos asideros que le quedan a Nicolás Maduro en el ejercicio del poder junto al apoyo de una cúpula militar que actúa mas como su equipo de escoltas.
Si se habla de fuerza, el gobierno de Estados Unidos ha estimado que hay cerca de 100 soldados rusos en Caracas prestados a reforzar la seguridad del líder socialista. Si se habla de diplomacia, el encargado estadounidense para Venezuela
Elliott Abrams salió sin acuerdos de la reunión con el viceministro de Exteriores de Putin, Sergei Riabkov. Si se habla de dinero, resulta que Rusia esta comprando parte de la producción petrolera bloqueada en el mercado americano.
Mientras tanto, en Venezuela el juego luce trancado e inmóvil con un Juan Guaidó al que le cuesta concretar objetivos y un Nicolás Maduro bloqueado por mas de 50 gobiernos que le han dado la espalda, todo esto en un país al que hoy le cuesta mantener el servicio eléctrico en funcionamiento, con una grave crisis económica y social en el que buena parte de la población se mantiene de las remesas y los mercados con enseres puerta a puerta enviados por los, al menos, tres millones de venezolanos hoy en el exterior y que emigraron incluso a pie, huyendo de la crisis.
Mantener esta realidad, tal como se encuentra hoy (sin mejorarla o empeorarla) le podría costar muy caro al gigante euroasiático, pues el senado de los EE.UU y la administración Trump sumarian a Venezuela en el expediente ruso de las causas perdidas en el que reposan: el respaldo al líder sirio Bashar Assad, la intromisión electoral, la adhesión de Crimea y el envenenamiento al ex espía ruso llamado Sergei Skripal en el Reino Unido; para la aplicación de mas y nuevas sanciones.
“¿Podría Rosneft ser golpeada con nuevas sanciones? Creo que sí".
Dice Jay Auslander, un abogado que representa a los tenedores de bonos de Pdvsa en Wilk Auslander, Nueva York.
Rosneft es la mayor petrolera de Rusia y posee el 49.9% de las acciones de la filial de Pdvsa en los Estados Unidos, Citgo; que irónicamente ya esta bajo control del líder opositor Guaidó. A Rosneft y Citgo hay que sumar el banco Evrofinance, sancionado recientemente por ayudar al chavismo con la implementación comercial de la criptomoneda ‘Petro’.
Es decir, mantener a Maduro sentado en el Palacio de Miraflores atenta de manera directa las finanzas de las mas importantes empresas rusas y eso no es todo, teniendo en cuenta que Venezuela ha perdido cerca del 60% de capacidad de producción de crudo (su principal riqueza) por la deserción del talento humano, falta de mantenimiento, sanciones, morosidad con proveedores y ahora se suma una industria que solo puede operar cuando no hay apagones. Rusia ha estado tirando su dinero en un agujero negro convirtiendo a Rosneft en un potencial objetivo de nuevas sanciones.
Algunos conocedores de la materia han asegurado que Putin podría estar aplicando en Latinoamérica su estrategia de “atornillamiento” tal y como le ha funcionado en Medio Oriente. Pero Siria no es Venezuela, Siria no está a tres horas de del territorio americano, ni Venezuela esta en Medio Oriente entre conflictos étnicos – religiosos abanderados por el terrorismo internacional.
Trump nunca ha sido partidario de la política aplicada por EE.UU en Siria, que se extendió desde el presidente George W. Bush y que se puso en marcha con el presidente Barack Obama, en definitiva un problema heredado de las administraciones anteriores. Venezuela en cambio si es su bandera, le están ‘tocando el patio’, EE.UU no perderá el control en la región y su influencia, además, le funciona para su electorado latino, en buena parte compuesto por cubanos, venezolanos, anticomunistas y muy republicanos; no en vano ha puesto a todo su equipo de confianza sobre este tema.
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