jueves, 16 de mayo de 2019

16-05-2019 Interés




Las estructuras verticales de gobierno, sobre todo aquellas que llevan demasiado tiempo acallando voces y dejando surgir sólo las de su conveniencia, ocasionalmente intervienen de forma tajante y directa en situaciones que corresponde, en otras, sencillamente omite o acalla hasta un simple voto de censura.

Redacción Venezuela al Día

Tradicionalmente, la Iglesia Católica en Venezuela ha estado inserta en la trama de los hilos del poder, sin embargo, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) se mantiene de forma permanente dentro de la línea que es trazada desde el estado Vaticano.

No son autónomos sus funcionarios y aunque muchos dejan mostrar claramente su sesgo político, deben ceñirse a los lineamientos que les son direccionados desde Roma.

Ante la situación venezolana en la actualidad, surge pues esa dicotomía entre encarar de manera decidida al régimen que asola al país o “mirar para otro lado” para que eso que se puede ver de manera manifiesta no “enturbie” sus relaciones con el Estado.

Este martes 15 de mayo, a través de un comunicado, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) rechazó la nueva sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Nicolás Maduro contra cuatros nuevos diputados a la legítima Asamblea Nacional de Venezuela.

Y es que esta “cacería de brujas” es sencillamente una forma de tratar de desarticular a esa fuerza que se ha ido afianzando para dar forma al descontento de los venezolanos con la satrapía de Maduro y sus secuaces.

Sin embargo, con estas nuevas acciones, podría ocurrir que lejos de desanimar a los venezolanos podrían darle más fuerza a las protestas. En todo caso, será un catalizador que acelerará un desenlace que aún no se logra percibir con claridad…


























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