viernes, 26 de julio de 2019

¿A las puertas de unas elecciones libres negociadas?

POLÍTICA

¿Cuáles son los resultados que podría originar el acercamiento entre la oposición y el oficialismo venezolano?


¿A las puertas de unas elecciones libres negociadas?

A finales de junio, se dio a conocer que -efectivamente- la oposición de Venezuela, encabezada por Juan Guaidó, y el oficialismo del país suramericano, liderado por Nicolás Maduro, se sentarían en una mesa de negociaciones para aliviar el conflicto político que acontece en la región.

La situación se ha venido intensificando desde la autoproclamación de Guaidó como presidente encargado, y la segunda investidura -en disputa- del dirigente chavista.

Desde el 23 de enero de 2019, los venezolanos comenzaron a ver con ojos de esperanza la coyuntura de su país. Un presidente de la Asamblea Nacional (AN) que decidiera encarar a Nicolás Maduro, respaldado por más de 50 países en el mundo, da mucho que pensar; pero, lo más valioso de esta autoproclamación, es el simbolismo que trajo consigo.

No hay punto de encuentro

La solicitud de Juan Guaidó siempre ha seguido la ruta del “cese de la usurpación, Gobierno de transición y elecciones libres”. Sin embargo, para llegar al tercer paso, la oposición exige un cambio total de las instituciones electorales.

Es decir, ir a comicios presidenciales con un Consejo Nacional Electoral (CNE) totalmente renovado y acompañado de observación y testigo internacional. Asimismo, la oposición ha asegurado, varias veces, que todos los sectores deben participar y que “nadie debe quedarse por fuera”.

No obstante, Nicolás Maduro solo ha hablado de elecciones parlamentarias que, hace dos días, Diosdado Cabello, primer vicepresidente de PSUV, confirmó se ejecutarían en 2020.

“Claro que habrá elecciones libres, pero de la Asamblea Nacional”, aseveró el también presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.

Asimismo, el oficialismo solo ofrece la posibilidad de cinco candidatos a las presidenciales: Dos de la oposición, dos del chavismo y uno neutral.

























Posibles candidatos

Juan Guaidó, presidente de la AN y presidente encargado de Venezuela.




María Corina Machado, dirigente opositora de Vente Venezuela.




Henri Falcón, ex gobernador de Lara y ex candidato a las presidenciales de mayo de 2018.




Hector Rodríguez, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y gobernador de Miranda.




Diosdado Cabello, presidente de la ANC.




Cuatro millones de venezolanos que esperan -y deben- ser tomados en consideración

Como se mencionó anteriormente, una de las condiciones presentadas por Juan Guaidó es la restitución completa del CNE. Eso incluye el Registro Electoral Permanente (REP), una base de datos que integra a los votantes inscritos en la institución. En otras palabras, ¿se tomarían en cuenta a los venezolanos en el exterior?

En la actualidad, hay más de 4 millones de venezolanos desplegados en el mundo. Lo más acertado es que a estas personas se les de la oportunidad de ejercer su derecho al voto desde el país en el que, actualmente, reside.

¿Pasará? No se sabe con exactitud. Lo cierto es que, con el actual CNE, es muy probable que esta condición no sea validada, pues la opción representaría más de 4 millones de votos en contra del oficialismo venezolano; en vista de que la principal causa de la diáspora del país se debe a la mala gestión y permanencia de Nicolás Maduro en el poder.

Una solución agridulce

Desde el diálogo de 2015, realizado en Santo Domingo, los venezolanos perdieron completamente la fe en este tipo de instrumentos políticos; pues los resultados no fueron los esperados y el mecanismo no se llevó a cabo efectivamente. Muchos lo tildaron de “show”.

Algunos consideran que Guaidó “se vendió” al decidir negociar con su oponente. De igual forma, otros alegan que Maduro “solo busca ganar tiempo para salvarse” y que la oposición “se presta” para ser su bombona de oxígeno.

Sin embargo, expertos en la materia aseguran que no hay otra solución si no es la negociación.

Thaís Peñalver, para “Un país, ¿dos Gobiernos?” explicó que en este tipo de escenarios, la negociación es necesaria, y que no hay transición sin negociación.

“Los venezolanos deben entender que lo que se está haciendo no es un cambio de Gobierno, como se decía en la era democrática (…) Estamos saliendo de una dictadura para transitar a una democracia. En ese tránsito, haciendo un análisis de todas las transiciones, los bandos se sientan en una mesa a definir cómo se va a hacer”.

En este sentido, Carlos Luna aseguró que la comunidad internacional -de la que la mayoría de los venezolanos esperan se preste para promover una intervención militar- tiene como objetivo sentar las bases para la negociación política, no para otra cosa.

“La comunidad internacional no tiene poder sobre el futuro de Venezuela. La sociedad internacional, obviamente, tiene una labor de presión para generar las condiciones para una negociación política, con una fortaleza estructural y relativa de parte del gobierno de Juan Guaidó, para debilitar el monopolio de la violencia por parte del régimen de Maduro”, detalló.

Luis Daniel Álvarez, doctor en Ciencias Políticas, manifestó que, en Venezuela, es necesario “aclarar la expectativas”, pues algunas veces “se venden soluciones como si fueran magia”. En este sentido, confirmó que su labor es seguir apostando por “una solución negociada, por un diálogo que surta efecto”.

“La comunidad internacional no va a sacrificar. Además, hay parámetros internos. Eso hace muy difícil que los países puedan lanzar de una un elemento militar o injerencia. Por eso, apuestan a una negociación tuteada que tiene que partir de elementos idóneos”.

Ante este contexto, quizás los venezolanos tengan que hacer las paces con el término de “negociación o diálogo” y entender que, puede que sea -o no-, la solución más factibles a los problemas que los aquejan.

Emilio Figueredo, abogado y editor de Analítica.com, para el trabajo de grado “Un país, ¿dos Gobiernos?” aseguró que “Guaidó es esperanza”; y eso, es lo que mantiene a Venezuela en su andar; mientras que, “Maduro manda, pero no gobierna”.

Sin embargo, Luis Vicente León, economista y analista político, ha reiterado numerosas veces que aunque el líder opositor cuenta con el apoyo de una gran cantidad de países, es Nicolás Maduro el que mantiene el control territorial y la burocracia del Estado.

Carlos Luna, internacionalista, destacó, en “Un país, ¿dos Gobiernos?”, que aunque Guaidó no tiene el poder aún, su función es de “lobby” en el exterior, preparando y abriendo puertas a Venezuela ante todo lo que se viene, para “el día después”.

Entonces, dicho conflicto de poderes -que se ha arrastrado desde hace seis meses- en el que se ha puesto a prueba la credibilidad y el poderío de cada sector, al final, solo ha ocasionado inestabilidad; sin darle respuesta a la misma cuestión:

¿Cómo solucionar la crisis que viven los venezolanos?

El fiel compromiso que ha mantenido Estados Unidos, país más poderoso del mundo, a la presidencia interina no ha sido suficiente para producir un cambio político. Por otra parte, Nicolás Maduro está cercado diplomática y económicamente en el exterior, y no tiene cómo sustentar su Gobierno, si no es acudiendo a su fuente segura -y la única que le queda- de ingresos: El oro de Venezuela.

Tal embrollo, o como algunos calificarían de “juego trancado”, solo dejó una alternativa, que muchos repudian, pero que finalmente podría originar una solución: La negociación política.

Motivado a esto, los actores involucrados decidieron aceptar la propuesta que la mayoría de la comunidad internacional había nombrado veces anteriores.

Por ello, Juan Guaidó y Nicolás Maduro enviaron, cada uno, una delegación a Oslo (Noruega) -que serviría como moderador- para participar en un acercamiento político y evaluar todas las posibilidades existentes en la crisis del país suramericano.

Delegados de Nicolás Maduro




Delegados de Juan Guaidó


Gerardo Blyde

Stalin González

Vicente Díaz

Fernando Martínez Mottola

Después de varios encuentros en Oslo, las partes confirmaron que aún no se había concretado ningún acuerdo, pero que se mantendrían en negociaciones permanentes. Lo que quiere decir que las conversaciones entre la oposición y el chavismo continuarían.

Posteriormente, Noruega, experta en esta materia, dio a conocer que se realizaría una segunda ronda de diálogo, en Barbados. Actores de los sectores también respaldaron la afirmación.

Al aproximarse un mes del inicio de estas conversaciones, aún no se ha difundido el resultado de las mismas, en vista de que no se han logrado poner de acuerdo en las condiciones.





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