martes, 16 de julio de 2019

En Barbados se decide mucho más que la suerte de Maduro

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Por Daniel Gómez 
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Martes 16 de julio de 2019, 10:00h 
Daniel Gómez (ALN).-

Las conversaciones entre Juan Guaidó y Nicolás Maduro trascienden a Venezuela. Es un asunto que tiene que ver con Latinoamérica, con EEUU, con la UE, con Rusia, con Cuba…

Sobre todo, con Cuba. Con la supervivencia del régimen en Cuba. Es por ello que lo que se decida en Barbados será clave para la continuación del eje Caracas-La Habana. Diplomáticos y analistas opinan en ALnavío.


No sólo es el fin de Maduro, es mucho más lo que se 
decide en Barbados / Foto: Presidencia Venezuela

El Triángulo de las Bermudas es el espacio que conforman en el Atlántico las islas Bermudas, San Juan de Puerto Rico y Miami. Un área geográfica no ubicada en los mapas, pero sí en el imaginario colectivo por protagonizar algunos de los casos más misteriosos de la historia reciente.

En el Triángulo de las Bermudas han desaparecido barcos, aviones, se han avistado ovnis… “Aquí todo parece extraño, hasta el océano”, llegó a decir un piloto por radio antes de que nunca más se supiera de él.

Ahora lo sobrenatural se ha mudado de zona. Al menos en lo político. Los ejes de este nuevo triángulo se posicionan sobre el Caribe.

En Caracas, La Habana y Barbados. Concretamente de esta última isla, de este último país, podría salir un hecho insólito: que un tirano abandone el poder por voluntad propia. Ese tirano es Nicolás Maduro.

Otros tiranos como Maduro fueron sacados por golpes de Estado, revoluciones ciudadanas y sucesores díscolos. Otros no salieron del poder, sino que murieron en él. Ahí están los casos de Juan Domingo Perón en Argentina, Fidel Castro en Cuba, y Hugo Chávez en Venezuela.

El otro hecho insólito que podría salir de Barbados es el derrumbamiento de Cuba, una dictadura con 60 años de antigüedad, aunque en este punto los analistas no parecen estar tan claros como en el anterior.

Sobre lo que sí hay consenso es que lo que se decide en Barbados trasciende a Venezuela. Lo que resulte -o no- de la negociación está relacionado con la geopolítica regional. Y la global. Con el éxodo, con Latinoamérica, con Europa, con la postura del presidente de EEUU,

 Donald Trump, hacia Latinoamérica, con la propia campaña electoral en EEUU, con el éxodo, con China, con Rusia…


Es como si entre Barbados, Caracas y La Habana se 
estableciera un Triángulo de las Bermudas / Foto: ALN

Por todo lo anterior, Fernando Gerbasi, exembajador de Venezuela ante Naciones Unidas y ante países como Colombia, Brasil, Italia y Alemania, dice al diario ALnavío lo siguiente:

- Pienso que esto es una negociación impuesta por la comunidad internacional. Que ha obligado al Presidente Encargado, Guaidó, y a Maduro a sentarse en una mesa de negociación.

Ha habido muchos entretelones en este proceso. El secretario de Estado de EEUU [Mike Pompeo] se reunió tres veces con los rusos, incluyendo un encuentro con Vladímir Putin. Seguro que hubo conversaciones entre el Grupo de Lima y la UE con China, también Cuba.

La mención a Cuba es clave. El país es fundamental en este tipo de situaciones. El régimen de La Habana, experto en sobrevivir a las adversidades, está de nuevo amenazado. Las sanciones impuestas por EEUU se suman a los menores apoyos que recibe de Venezuela.

Por así decirlo, Caracas es el banco de La Habana. Venezuela suministra petróleo subvencionado para que la economía cubana aguante. Estos envíos de crudo, aunque son menores que cuando Chávez, continúan pese a los problemas de producción de PDVSA.

Caracas no cierra el grifo, pero si la cosa se mantiene como está, llegará un momento en el que no tenga para repartir. La situación incluso podría empeorar si Trump retira las licencias a las petroleras estadounidenses que operan en Venezuela.

Sólo Chevron es responsable de 25% de la producción total de PDVSA, de 750.000 barriles diarios. Por eso La Habana está pendiente de lo que ocurra en Barbados.

Cuál es la tranca en la negociación entre Guaidó y Maduro

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“A ellos lo que les importa es que el eje Caracas-La Habana no se rompa. Independientemente de cómo quede la negociación, de que haya o no haya acuerdo”, dice al diario ALnavío el investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá de Henares, Rogelio Núñez.

Agrega Núñez que independientemente del resultado de Barbados, “es posible que Maduro caiga”. Por lo que “lo más inteligente, y Cuba es inteligente y experimentada, sería apostar por una alternativa a Maduro que contemple cierta apertura económica y garantice la relación Caracas-La Habana”.

A propósito de lo anterior, es importante decir que La Habana se divide en dos bandos. Se lo dijo una fuente de Washington al diario ALnavío.

Por un lado, están los fidelistas. Son los que apoyan a Maduro. Y como Maduro, van contra todos. Quieren resistir en el poder. Resistir contra la economía en quiebra, contra la presión internacional, contra las sanciones... Se creen supervivientes.

Por otro lado está el raulismo. El ala reformista de Cuba representada por Raúl Castro. Esta sería la línea más proclive a flexibilizar posturas tanto en Caracas como en La Habana.

Núñez no se atreve a dar un pronóstico de lo que ocurrirá con Cuba y Venezuela si luego de la negociación de Barbados, se pactan unas elecciones libres, con garantía internacional, y sin Maduro en el poder. Lo mismo le pasa a Gerbasi. “Lo que sé es que Cuba siempre se las arregla para salir adelante”.

Otro diplomático venezolano como Diego Arria, expresidente del Consejo de Seguridad de la ONU, dice que independientemente del resultado de Barbados, los problemas en Venezuela continuarán.

Arria no confía en la negociación, ni en sus resultados. “No es la solución adecuada para una narcotiranía como la que ahora está instalada en Venezuela”, dijo al diario ALnavío.

“En el mejor de los casos este proceso sería una curita, porque el tumor seguiría vigente. Además, en esta negociación no se ha contado con los países del Grupo de Lima, ni con un factor tan comprometido como la OEA [Organización de Estados Americanos]. Esto es trágico”, agregó el diplomático.

Arria dice que una negociación, aunque se incline hacia Guaidó, no solucionará ninguno de los problemas de Venezuela, ni sus derivados. No lo piensa así Gerbasi, quien conserva un poco más de optimismo y espera que en Barbados “se produzca una declaración amplia en cuanto a elecciones presidenciales”.

De no ser así, añade el diplomático, será el momento de aumentar la presión. Sobre todo, por parte de Bruselas. “La Unión Europea apostó con las conversaciones con el Grupo de Contacto.

Si la negociación fracasa, tendrán que tomar otra línea y esa deber ser la de las sanciones individuales contra miembros del régimen”.

Gerbasi se refirió también a Rusia y China. En el caso de Rusia, piensa que Putin podría rebajar su apoyo a Maduro. No hay que olvidar que Moscú ha sido uno de los actores más insistentes en estas negociaciones. Por su parte, de China no espera gran cosa ya que es un actor que “se rige más por lo económico”.

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