Mike Pompeo ha conversado esta tarde con Juan Guaidó. Ratificó “el apoyo inquebrantable” de Estados Unidos a su presidencia encargada.
Tras cinco meses en los que la oposición venezolana no ha podido desalojar a Nicolás Maduro del poder, la Administración Trump ha querido enviar tres mensajes en una sola frase. El primero, a Guaidó. El segundo, a los venezolanos. Y el tercero, a Nicolás Maduro.
La tarde en la que Juan Guaidó se juramentó como presidente encargado frente a una multitud al este de Caracas, Estados Unidos reaccionó de inmediato.
Fue el primer país en reconocer su autoridad. Todo apunta a que el tema Venezuela para Donald Trump es clave, pues necesita de una victoria externa para conquistar el voto de exilio cubano en Florida camino de la reelección presidencial.
Pero tras más de cinco meses, Nicolás Maduro sigue en el poder. Recientes datos hacen pensar en un cambio de línea de la Administración Trump. Ahora son proclives a la negociación.
El enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, se retrató con la delegación opositora en Oslo, Noruega.
Con la imagen, Abrams le brindaba un espaldarazo a las negociaciones entre Gobierno y oposición, vituperadas por sectores radicales de la disidencia venezolana que históricamente han reclamado una intervención directa de Estados Unidos.
Exigen a Guaidó la “activación” del TIAR y del artículo 187 numeral 11 de la Carta Magna. La Casa Blanca ha respondido que la acción de intervenir solamente reposa en manos de Donald Trump, descartando de esta manera que Guaidó sea responsable de que el desalojo por la fuerza de Maduro no se haya producido.
Este martes, Juan Guaidó ha revelado que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, le ratificó un “apoyo inquebrantable” de su Gobierno. Con estas palabras, la Casa Blanca alcanzaba tres receptores. El primero es Guaidó. Pero también Venezuela y Maduro:
-A Venezuela, porque los últimos cinco meses sin resultado alguno tras la jura el 23 de enero han comenzado a desgastar a la oposición, que ya no convoca grandes multitudes en la capital desde el pasado 30 de abril, cuando un pronunciamiento militar terminó en fracaso.
Se aproxima una nueva actividad de calle en la capital para el 5 de julio.
Y Guaidó necesita del apoyo de multitudes.
-Y a Nicolás Maduro: que Donald Trump no se ha rendido, pese a lo resultados de 23 de febrero y del 30 de abril.
ElCooperante
No hay comentarios:
Publicar un comentario