3 JULIO, 2019
by MARIANA SOUQUETT | @NANASOUQUETT
Desde que llegó a Washington tras escapar de su arresto domiciliario, el comisario de la antigua Policía Metropolitana Iván Simonovis se fijó un propósito: ser el portavoz de lo que sucede en Venezuela en su búsqueda de justicia.
Para cumplirlo, afirmó que continuará reuniéndose con representantes de agencias de inteligencia en Estados Unidos, y con distintos organismos mundiales, para así coordinar una futura cooperación.
“Yo doy información sobre diversos casos, me reúno. Voy allanando el camino para poder mantener una relación con diferencias agencias de inteligencia y de investigación.
Voy a tener reuniones con la CIA (Agencia Central de Investigación), el FBI (Buró Federal de Investigaciones), la DEA (Administración para el Control de Drogas) “, expresó en el programa Con La Luz, conducido por la periodista Luz Mely Reyes, este martes 2 de julio.
Una semana antes, el comisario, quien estuvo preso desde 2004, había asegurado tener pruebas de actividades criminales, tales como la presencia de la guerrilla colombiana y el Hezbolá en Venezuela y operaciones de narcotráfico, que comprometerían a Nicolás Maduro.
Además de su intención de presentar pruebas, Simonovis aseguró estar dispuesto a presentar su caso ante instancias internacionales como la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) o la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
“Si hay la oportunidad de hacerlo, sin pensarlo ni un segundo lo haría. No solo mi caso, porque en Venezuela aún hay 800 presos políticos: 200 militares y 600 civiles”, destacó.
Apoyo a Guaidó
Al preguntarle sobre una posible intervención militar en Venezuela, respondió que su experticia se limita al mundo policial y a la investigación criminal. “No puedo crear expectativas ante los ciudadanos sobre cosas que pueden no suceder. Quien tiene la responsabilidad de la decisión política es Juan Guaidó”, dijo.
Para Simonovis, la situación de Venezuela se asemeja a una situación de rehenes. “Un grupo de criminales, en este caso dirigidos por Nicolás Maduro y su alto mando, tiene secuestrados a millones de venezolanos. ¿Cuándo se dan las intervenciones en casos de secuestro? Cuando haya la menor cantidad de bajas necesarias y cuando se agotan todas las vías”.
Expresó que todas las personas con las que se ha reunido en Estados Unidos han dicho estar dispuestas a colaborar con Guaidó y la causa de la oposición venezolana, y él no será la excepción. “Si mañana el presidente (e) Guaidó solicitara mi apoyo en alguna actividad de planificación, aquí estoy yo”, resaltó.
Búsqueda de libertad y justicia
Simonovis se refirió a los hechos del 30 abril y destacó que desde esa fecha había sido indultado por Juan Guaidó, pero ese día no vio indicios sobre su liberación: “A los funcionarios les pedían que dieran fe de que yo estuviera en la casa. Ese día permanecí en la casa sin ningún tipo de movilidad”.
Aseguró que en mayo recibió advertencias de parte de Leopoldo López, y de funcionarios activos de los cuerpos de seguridad, sobre posibles planes para trasladarlo a los calabozos de Fuerte Tiuna o Ramo Verde. Fue entonces cuando decidió planificar su escape.
“Yo a una cárcel no regresaba. Era totalmente injusto para mi familia y para mí, y fue cuando decidí poner en marcha el plan de dejar mi casa, arriesgarlo todo y buscar la libertad por mis propios medios”, afirmó. “Con lo que hice he tratado de mandar un ejemplo, y es que después de 15 años decidí ser libre”, agregó.
Dijo que no olvida a sus cinco compañeros de la Policía Metropolitana que continúan presos tras los sucesos del 11 de abril de 2002.
Sus casos también los llevará a las agencias de inteligencia e investigación. “Dos de ellos ya cumplieron su pena. El Estado les debe días por la cantidad de años que han estado detenidos. A donde voy he tratado de hacer presión para que se les dé la libertad que merecen, porque fueron condenados injustamente”.
Ahora su norte es que se aplique la justicia: “Todos ellos (altos funcionarios del gobierno) van a terminar enjuiciados rindiendo cuentas por todas las cosas atroces que han hecho. Yo estoy tranquilo con mi conciencia. Ni tengo odio. Pero sí creo en la justicia”.
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