martes, 20 de agosto de 2019

Desde Colombia a Venezuela: la expansión criminal del ELN

La necesidad de conectar las regiones colombianas con diferentes estructuras armadas tiene como objetivo consolidar una ruta estratégica de dicha guerrilla hacia la frontera oriental venezolana

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Por Andrés Fernández El Ago 19, 2019


Esta guerrilla sería la punta de lanza en frontera en 
defensa de la usurpación del régimen de 
Nicolás Maduro. (Flickr)

La creciente expansión de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el norte del país tiene preocupadas a las autoridades de Colombia, pues se estaría forjando un corredor de movilidad a lo largo y ancho en la frontera colombo-venezolana.

Esta guerrilla, que funge como punta de lanza en la frontera en defensa de la usurpación de la dictadura liderada por Nicolás Maduro, busca conectar a sus tropas ubicadas en el departamento del Chocó con las que se encuentran en el Catatumbo, Arauca y Venezuela. Según la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) en Colombia, el ELN ha aumentado considerablemente su pie de fuerza, al pasar de estar en 96 municipios en 2016 a estar en 112 municipios en 2018.

Es decir, la guerrilla ha aumentado en un 16 % su presencia y control sobre los municipios.

La expansión criminal

El ELN sigue consolidando su proyecto criminal financiado por portafolios de economía ilegal. La ruta mencionada, que les permite apaciguar la arremetida militar en Colombia, también garantiza el paso de drogas, armas y combatientes.

La alerta temprana #027-19, emitida por la Defensoría del Pueblo de Colombia, destaca que el avance del Frente de Guerra Occidental en los municipios de Frontino y Urrao en Antioquia hace parte de un proyecto expansivo que inició la organización armada en 2017 desde la zona media del departamento de Chocó.

”Se presume que uno de los principales objetivos de la estrategia expansiva del Frente de Guerra Occidental del ELN es avanzar en la habilitación de un corredor de movilidad, y la obtención de control sobre las rutas ubicadas entre la costa pacífica de Chocó hasta el extremo de la frontera oriental con Venezuela, atravesando Antioquia, la región sur de Bolívar, Norte de Santander (el Catatumbo) y Arauca”, explica el documento.

La necesidad de conectar las regiones colombianas con diferentes estructuras armadas tiene como objetivo consolidar una ruta estratégica de dicha guerrilla hacia la frontera oriental venezolana.

De acuerdo con el comandante general de las Fuerzas Militares colombianas, Luis Fernando Navarro, al menos el 40 % de los combatientes de la guerrilla se encuentra en territorio venezolano con el fin de establecer un centro de operaciones que conecte la costa pacífica del departamento del Chocó con la frontera oriental de Venezuela, haciéndose cargo de los departamentos de Antioquia y Bolivar con el firme propósito de conectar, a su vez, la región del Pacífico del país con Norte de Santander y Arauca.

En Arauca, por ejemplo, se han intensificado las disputas entre grupos paramilitares como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el Ejército Popular de Liberación (EPL), las «disidencias» de las FARC y el ELN, como resultado de la expansión de este último grupo armado.

Esta expansión ha profundizado la violencia y ha sometido a las comunidades a desplazarse de sus territorios de origen. La elección de estos territorios se debe, en parte, a la gran riqueza de recursos naturales que se encuentra en ellos.

La profundización de actividades de extracción minera, el control y procesamiento de cultivos de hoja de coca hace que todos los grupos armados ilegales que tienen presencia busquen quedarse con el negocio y se genere enfrentamientos.

Los más recientes hechos de violencia generados por el control territorial se dieron la semana pasada, cuando fueron asesinados dos soldados profesionales del Ejército colombiano en el departamento del Cauca y Antioquia, en medio de enfrentamientos con grupos armados organizados.

El otro hecho se presentó en la vereda El Pital, Antioquia, en donde guerrilleros de la estructura Tarazá del ELN atacaron a tropas del Ejército.

La Defensoría del Pueblo señala que los municipios cercanos al departamento de Chocó se han visto afectados y desplazados con el agravante de la condición de vulnerabilidad, por ser campesinos y población negra.

24 alertas tempranas sobre presencia territorial del ELN

Esta misma institución ha emitido, entre 2018 y 2019, cerca de 24 alertas tempranas en los departamentos de Chocó, Antioquia, Arauca, Bolívar y Norte de Santander, en las que advierte sobre la presencia de los elenos.

El propósito del Sistema de Alertas Tempranas (SAT) es advertir sobre las situaciones de riesgo de la población civil por los efectos del conflicto armado interno y a su vez promover la acción de prevención humanitaria con el ánimo de proteger y garantizar los derechos fundamentales de las personas.

Según Carlos Alfonso Negret, defensor del pueblo, el oficio de la Defensoría es «decir la verdad y confrontar las fuentes», y para ello continuará con la labor de identificación y alerta de las zonas con mayores problemas de seguridad en el país.

Para entender la magnitud de la expansión del ELN se debe destacar que antes de la firma del acuerdo con las FARC en su poder estaban los territorios de Urabá (entre los departamentos de Antioquia, Córdoba, Chocó y el Tapón del Darien, en la frontera con Panamá), el Occidente Antioqueño (en el departamento de Antioquia) y el Nudo de Paramillo ubicado en la Cordillera Occidental de los Andes.

Una de las conclusiones del Ministerio Público es que una vez que la guerrilla de las FARC estuvo por fuera de los territorios que históricamente controló, el ELN buscó conectar el Frente de Guerra Occidental con operación en Chocó, con el Frente de Guerra Darío Ramírez Castro, con presencia en el Nordeste Antioqueño y el Bajo Cauca.

Por esta razón el ELN se movilizó por el Suroeste y Occidente del país.

Andrés Fernández 1294 Posts 0 Comments Abogado con interés en crimen organizado, narcotráfico y política de drogas.





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