La asesoría en represión y control militar ha sido clave para la sostenibilidad de Maduro en el poder
El perverso intercambio entre Venezuela y Cuba
El Senador por el estado de la Florida, Marco Rubio, denunció este jueves que entre Cuba y Venezuela existe un intercambio ampliamente conocido: Mientras el régimen de Maduro les envía petróleo, el gobierno cubano les envía experiencia en represión.
Agregó que no se pondrá fin a la crisis venezolana sin hacer algo al respecto con esta asesoría cubana.
El Senador toma como referencia un informe de la agencia de noticias Reuters donde explica que “imponiendo vigilancia, miedo y represión, Cuba ayudó a Venezuela a modernizar sus fuerzas armadas y su servicio de inteligencia militar”.
Dos acuerdos le dieron a Cuba un acceso profundo al ejército de Venezuela, y una amplia libertad para espiarlo y renovarlo, dichos pactos sellados entre los dos gobiernos, para entonces los expresidentes Hugo Chavez y el exdictador Fidel Castro, llevaron a la imposición de una estricta vigilancia de las tropas venezolanas a través de un servicio de inteligencia venezolano ahora conocido como la Dirección General de Contrainteligencia Militar, o Dgcim.
Bajo los asesores militares cubanos, Venezuela reformuló la unidad de inteligencia en un servicio que espía a sus propias fuerzas armadas, infundiendo miedo y paranoia y aplastando la disidencia.
Ahora conocido por sus tácticas represivas, la DGCIM es acusada por soldados, legisladores de oposición, grupos de derechos humanos y muchos gobiernos extranjeros de abusos, incluida la tortura y la reciente muerte de un capitán de la Marina detenido.
Según los documentos revisados por Reuters, los acuerdos, firmados en mayo de 2008, permitieron a las fuerzas armadas de Cuba:
• Entrenar soldados en Venezuela
• Revisar y reestructurar partes del ejército venezolano
• Entrenar agentes de inteligencia venezolanos en La Habana
• Y cambiar la misión del servicio de inteligencia desde espiar a rivales extranjeros hasta vigilar a los propios soldados, oficiales e incluso altos comandantes del país.
El primer acuerdo, según los documentos, prepararía a los agentes de inteligencia venezolanos para "descubrir y confrontar el trabajo subversivo del enemigo". El segundo acuerdo autorizó a los funcionarios cubanos a supervisar la "asimilación" y la "modernización" del ejército de Venezuela.
Puede leer el artículo completo en Reuters
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