lunes, 16 de septiembre de 2019

AGNU19: Una oportunidad para Venezuela

POLÍTICA

La Asamblea General de las Naciones Unidas se debe aprovechar para priorizar al país y presionar a Maduro según el diputado Miguel Pizarro


AGNU19: Una oportunidad para Venezuela

Autor:

Miguel Pizarro

Diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela Joven líder del partido opositor Primero Justicia Actualmente se encuentra en el exilio

Durante más de 20 años, Venezuela ha vivido continuas oleadas de disturbios civiles y agitación política. Al principio, el mundo era escéptico y sordo a las protestas de la oposición, pero pronto las consecuencias de las políticas opresivas y equivocadas del régimen comenzaron a dar sus frutos.

A medida que los productos básicos desaparecieron de los estantes de las tiendas y las figuras públicas fueron perseguidas, arrestadas, torturadas y exiliadas, el mundo lentamente comenzó a reconocer que había un problema cada vez más inquietante con la democracia en Venezuela.

Pero 20 años es demasiado, y el cambio está muy retrasado. Afortunadamente, hemos visto en 2019 cómo la postura de los líderes mundiales sobre este régimen represivo ha cambiado mucho. Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer.

Hay una nueva oportunidad en el horizonte con la próxima Asamblea General de la ONU, que se celebrará el 17 de septiembre.

En esta reunión, cientos de líderes mundiales y gobiernos, incluidos aquellos que reconocen abiertamente al líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, discutirán y tomarán medidas sobre los problemas más acuciantes del mundo. Poner fin a la crisis de Venezuela debería ser uno de ellos.

La comunidad internacional ya ha tomado medidas firmes en los últimos meses que no solo demuestran el importante papel que desempeña en la crisis de Venezuela, sino que han permitido a la oposición alcanzar una posición de poder, ya que una miríada de países, parlamentos y organizaciones internacionales apoyan a Juan Guaidó y la legítima Asamblea Nacional.

Además, los líderes clave que alzaron sus voces contra las violaciones de los derechos humanos del régimen han ayudado a determinar a los responsables de tales crímenes, quienes a su vez han sido sancionados.

Además, estos esfuerzos internacionales también han llevado a países como Colombia, Ecuador y Perú a implementar nuevas políticas de inmigración para atender la situación cada vez más desesperada de millones de venezolanos que han huido del país.

Por otro lado, la oposición, el actual gobierno interino de Juan Guaidó, ha luchado durante años en todos los frentes que ha podido. Durante 20 años, hemos tomado las calles pacíficamente para exigir nuestros derechos, a pesar de las formas represivas del régimen; Hemos luchado por mantener alta nuestra Constitución en la Asamblea Nacional, incluso cuando las elecciones y las negociaciones se ven comprometidas.

Hemos luchado y continuaremos luchando para restaurar elecciones libres y justas. Desafortunadamente, el régimen de Maduro abandonó recientemente el último intento de encontrar una solución negociada a la crisis de Venezuela, que fue patrocinado por Noruega.

Mientras tanto, los esfuerzos conjuntos internacionales y nacionales han abierto la puerta para investigar esquemas de corrupción e identificar a los responsables del hambre y el sufrimiento de los venezolanos.

También ha permitido que miles de personas en el extranjero conozcan la situación y brinden ayuda para ayudar a aliviar la terrible realidad.

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Las Naciones Unidas han reconocido cada vez más esta grave situación. En julio pasado, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Michelle Bachelet, presentó un informe que describía con precisión la asombrosa situación humanitaria deteriorada en Venezuela y culpó legítimamente a un régimen que durante más de una década implementó leyes y prácticas que restringieron el espacio democrático y permitió al régimen cometer numerosas violaciones de derechos humanos.

Dos meses después, en una actualización oral de la situación emitida el 9 de septiembre, Bachelet declaró que millones de venezolanos continúan sufriendo violaciones de derechos, incluidas docenas de posibles ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo por la fuerza policial especial del régimen.

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Además de esto, la Agencia de la ONU para los Refugiados y la OIM en junio evaluaron que más de 4 millones de venezolanos han huido del país, convirtiéndose en uno de los grupos de población más grandes desplazados de su país.

En abril, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU estimó que 7 millones de personas en Venezuela necesitan asistencia humanitaria, lo que representa el 25% de la población.

Venezuela debe estar a la cabeza de la agenda y ser una prioridad en las discusiones. La Asamblea General es el espacio natural en el que se debe debatir el informe de ACNUDH: el primer informe de la ONU que, si bien está retrasado, describe con precisión la situación actual y grave de Venezuela que la oposición ha denunciado durante más de 20 años. El momento de poner el informe en acción tangible es ahora.

Esta reunión de países, gobiernos y líderes mundiales ya no puede ignorar lo que la ONU ya ha reconocido: Venezuela necesita un cambio urgente y el multilateralismo puede ayudar a abordar las necesidades humanitarias y alcanzar resoluciones pacíficas de conflictos.

Necesitamos que la comunidad internacional aproveche esta oportunidad y no convierta a Venezuela en otro tema recurrente en la agenda de la AGNU.





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