sábado, 7 de septiembre de 2019

Venezuela y Colombia: la diplomacia del micrófono

POLÍTICA

La situación política entre ambas naciones es comparable a la del incidente por la corbeta Caldas y la ruptura de relaciones en 2010


Venezuela y Colombia: la diplomacia del micrófono

Las relaciones entre Bogotá y Caracas se encuentran en su peor momento desde hace al menos 40 años.

Ciertamente en el pasado hubo crisis políticas entre los gobiernos de Venezuela y Colombia. Se recuerda el incidente marítimo por el ingreso de la Corbeta Caldas a áreas marinas del occidente del país que Venezuela ha delimitado como suyas.

Aquello ocurrió el 9 de agosto de 1987, cuando la corbeta colombiana fue detectada en la zona por naves venezolanas.

La crisis política duró nueva días, durante los cuales hubo intercambio de mensajes entre militares y políticos, aunque estos fueran en desacuerdo sobre a qué país pertenecía la zona donde se desarrollaban los acontecimientos.

Hubo movimientos de diversas naves, de lado y lado, y militares ocuparon posiciones de combates en las naves involucradas. Además se dieron intervenciones políticas del secretario general de la OEA y el presidente argentino Raúl Alfonsín para que el incidente no pasara a mayores.




El 17 de agosto, el presidente Lusinchi convocó a Miraflores a los ex presidentes de la república y los dirigentes principales de los partidos políticos a quienes notificó que el gobierno iba a “transmitir a Colombia un ultimátum exigiendo el retiro de la corbeta colombiana”.

La misma noche el presidente colombiano, Virgilio Barco, notificó acerca del fin de las operaciones militares que se estaban realizando en el área; Barco alegó las sugerencias de Alfonsín y del secretario general de la OEA, Joao Baena Suárez, lo que dio por terminado el incidente.

Ruptura de relaciones en 2010

A mediados del año 2010, justo al final del período presidencial de Álvaro Uribe Velez, Venezuela rompió relaciones con el gobierno de Colombia, en medio de las denuncias sobre supuesta presencia en territorio venezolano de miembros de las Farc y del ELN, calificados de terroristas y guerrilleros.


Esto tuvo como antecedente el ingreso de tropas colombianas a Territorio de Ecuador para matar al jefe guerrillero Raúl Reyes, quien se escondía en la frontera.

Esto ocasionó fuertes enfrentamientos de Uribe y su ministro de Defensa, Santos, con los gobiernos de Ecuador y Venezuela.

Ambos presidentes, Hugo Chávez y Uribe habían mantenido contactos incluso personales previamente ese mismo año, aunque estos no fueran muy amistosos.

En la OEA el canciller colombiano Luis Alfonso Hoyos proporcionó las coordenadas de cinco lugares fronterizos de Venezuela donde presuntamente se encontraban jefes guerrilleros y pidió que se conformara en 30 días una comisión internacional para verificar in situ lo que estaba denunciando.

Chávez rompió relaciones y dijo: "Si se presentara una guerra con Colombia iríamos llorando, pero acudiríamos”.

El asunto se resolvió debido a que el presidente electo, Juan Manuel Santos, guardó silencio hasta que tomó posesión del cargo y cuadró una reunión con Chávez en Santa Marta, Colombia. De allí salió que Santos llamó a Chávez su nuevo “mejor amigo”.

Siempre hubo contactos

En estos dos casos mencionados, siempre hubo contactos diplomáticos y personales entre los dirigentes.

Está ocurriendo una cosa distinta hoy en día. El gobierno de Colombia, encabezado por Iván Duque, no ha reconocido al gobierno de Nicolás Maduro.

La cancillería colombiana ha ignorado una serie de mensajes del canciller venezolano. No hay comunicación alguna y lo que está privando desde hace varios meses es la diplomacia del micrófono.

Esto hace estimar que a las tensas relaciones hay que añadir que no se prevé una vía de diálogo para bajar las tensiones, sino que solo son ataques políticos de un lado hacia el otro.

Colombia se queja porque los disidentes Santrich e Iván Márquez estarían en territorio venezolano.

Ciertamente, el canciller Jorge Arreaza, como representante de un país que participó en los diálogos, en un comunicado sobre la ruptura de Acuerdo de Paz por parte de algunos guerrilleros de las Farc, dijo que ello fue “provocado” por el gobierno de Colombia.

Y paralelamente añadió que estaría en contacto con los demás países para seguir la situación.

Asimismo, el gobierno de Colombia mantiene a militares y políticos venezolanos en su territorio y en febrero intentaron introducir a la fuerza vehículos alegando que eran ayuda humanitaria. Miles de venezolanos ingresan semanalmente desde Venezuela a Colombia.

Así está la situación desde hace varios meses, con las relaciones diplomáticas rotas, y cada vez más tensa la situación.

En medio de los comentarios surge la incógnita si este incidente puede ser usado como causal para crear una alianza contra Venezuela.





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