martes, 22 de octubre de 2019

Maduro evalúa despedirse por completo de Repsol

POLÍTICA

El oficialismo venezolano consideró expropiar activos de la empresa española y sacarla de los negocios que mantenía con Pdvsa


Maduro evalúa despedirse por completo de Repsol

Eulogio del Pino, expresidente de Pdvsa, planteó la posibilidad de terminar las relaciones comerciales que Venezuela y España mantienen a través de las compañías mixtas con Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Repsol, cancelando las licencias de explotación de gas, en medio de las presiones y críticas que, desde el gabinete de Mariano Rajoy, se le hicieron a la administración de Nicolás Maduro.

El líder del oficialismo venezolano consideró expropiar los activos de la empresa española, Repsol, y alejarla de los negocios que mantenía con Pdvsa. Esto, como represalia por la posición crítica que el gobierno de Rajoy mantuvo frente al gobierno de Venezuela.

Esta posibilidad se planteó, hace unos cuatro años, cuando Eulogio del Pino, que funcionaba como presidente de Pdvsa y ministro de Petróleo y Minería, presentó un informe de rendimiento de cuentas.

La gestión del expresidente del gobierno español, Maniano Rajoy, frente a Venezuela se caracterizó por la severa crítica ante el carácter autoritario del gabinete de Maduro, ante la falta de división de poderes públicos y las políticas implementadas por el chavismo en detrimento de la democracia.

Un informe, con fecha del 5 de mayo de 2015, liderado por Del Pino, expresidente de Pdvsa para la época, destinado a Nicolás Maduro explicó detalladamente la evaluación estratégica del posicionamiento de la empresa petrolera de España, Repsol en Venezuela.

En el documento se expresa que Repsol está integrada, mayoritariamente, por capital privado español; siendo, sus principales acciones, el Banco Catalán La Caixa, con 11,59%; y la empresa de construcción civil europea, Sacyr, con 8,89%.

Entre los minoritarios destacan la empresa mexicana, Pemex, con 5%; mientras que el resto de las acciones se cotizan, mayoritariamente, en los mercados de valores. Sobre todo el español.

En cifras

El documento también detalla que la producción petrolera media de Repsol, en 2014, fue de 354.000 barriles diarios (bpd), la cual bajó luego de que el 16 de abril de 2012 Cristina Fernández de Kirchner, para ese entonces presidente de Argentina, nacionalizara la producción que la compañía mantenía en el país suramericano y que representaba una producción equivalente a 300.000 barriles por día.

Con esto, su patrimonio se redujo casi a la mitad. La nacionalización se basó en la desviación que Repsol adelantó en Argentina, hasta el punto de tener que importar hidrocarburos por primera vez en mucho tiempo.

Hace seis años, la compañía concretó un acuerdo de compensación con Argentina por 5.000 millones de dólares que, junto a la venta de sus activos en la planta de gas natural licuado en Trinidad y Tobago, les hizo recopilar una cantidad de efectivo que los llevó a conseguir, a mediados de 2014, la empresa canadiense, Talismán, por 12.000 millones de dólares, siendo esta su primer activo en el mundo.

Repsol en Venezuela

Las inversiones de Repsol en Venezuela, hasta hace cinco años, tenían un valor de 1.920 millones de dólares. Para aquél entonces, se tenía planeada una inversión de casi 5.031 millones de dólares, ubicando los negocios de la firma española en el país suramericano en 2.813 millones de dólares.

De igual manera, Repsol tenía dividendos y ganancias retenidas en los diferentes negocios por una cantidad de 854 millones de dólares.

En el punto de cuenta, se advirtió que si se llegaba a dar una disputa legal entre las empresas, reconociendo solo las inversiones realizadas y dividendos por pagar, Repsol tendría que ser compensada por unos 2.420 millones.

Si el caso llegaba a tribunales arbitrales, Repsol podría reclamar el valor futuro del negocio más las ganancias retenidas. El monto podría proyectarse en 3.700 millones de dólares.

Opciones que planteó Del Pino a Maduro

Intervenir Repsol.

La opción se propuso debido a la influencia de Antonio Brufau ante el gobierno español. La intención era condicionar la continuidad de las inversiones de la empresa en Venezuela “al cese de las agresiones y amenazas” del gabinete español y sus representantes directos e indirectos hacia el gobierno de Maduro.

Comprar la participación de Repsol en las empresas mixtas y licencias de gas. Con respecto a esta alternativa, se planteó acordar la compra de las acciones de clase B de la compañía española en las empresas mixtas y participaciones en Licencias de Gas, por parte de Pdvsa.

La empresa estatal podría, luego, diluir su participación por medio de la venta de un porcentaje de las acciones adquiridas a otra firma internacional con capacidad de sostener el ritmo de las inversiones. Otra opción era colocar las acciones en la Constitución de un Fondo de Inversiones u otros esquemas de financiamiento que permitieran recuperar los activos invertidos.

Permitir a Repsol transferir sus acciones a una empresa aceptable para el gobierno de Venezuela. Este mecanismo fue propuesto en los contratos de firmas mixtas.

En este caso, Pdvsa desistiría de ejercer su derecho de preferencia en la adquisición de acciones.

Entonces, el Ministerio de Petróleo y Minería se encargaría de aprobar, previamente y por escrito, la empresa a la que Repsol propondría hacer el traspaso de las acciones.

Revocatoria de licencias de gas y del derecho de ejercer las actividades primarias de la empresa mixta.

Esta cuarta opción consistía en traer a colación el derecho del gobierno venezolano de revocar los derechos a ejercer las actividades primarias que se le dan a una empresa mixta, por medio de un Decreto de Transferencia que se emplea si la firma asociada no cumpliera con el Plan de Desarrollo y Compromiso de Responsabilidad Social y demás términos y condiciones establecidos en la Ley Orgánica de Hidrocarburos y en el Acuerdo de la Asamblea Nacional.

El Presidente también tiene el poder de revocar una licencia de gas, en caso de incumplimiento del Plan de Desarrollo o de otras condiciones de la licencia.

El documento concluye señalando que si se revoca el derecho de hacer actividades primarias de una empresa mixta o la licencia de gas, la empresa mixta o licenciaría quedaría inhabilitada de cumplir su objetivo. Esto se traduce en la salida negociada con Repsol.

EN caso de que esta última no fuera factible en el corto plazo, se desarrollaría al inicio de uno o más arbitrajes por parte de la empresa española contra Venezuela.



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