La defensa del empresario barranquillero se ha centrado en defender su supuesto rol de “enviado especial”, con inmunidad diplomática, pero al Departamento de Estado de EE. UU. no le suena mucho.

Saab es oriundo de Barranquilla, pero su fortuna la amasó en negocios con el régimen venezolano.
Saab es oriundo de Barranquilla, pero su fortuna la amasó en negocios con el régimen venezolano.

El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó formalmente que no reconoce a Alex Saab como un agente diplomático y que, por ende, el hombre señalado de ser testaferro del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela no goza de inmunidad penal o civil. La defensa del empresario barranquillero ha insistido en que su arresto en la nación africana de Cabo Verde fue arbitrario y hasta ilegal porque, en ese momento, cumplía una supuesta misión diplomática en Irán. A los estadounidenses no les suena esa versión y temen que, de funcionarle a Saab, más procesados del oficialismo venezolano se jueguen la misma carta.

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En documentos revelados por la Associated Press, el departamento de Estado le confirma a la fiscalía de Florida que Saab “nunca ha sido notificado al Departamento de Estado como miembro o representante de ninguna misión extranjera en los Estados Unidos, incluida la misión bilateral venezolana”. No obstante, desde que el barranquillero fue detenido en junio de 2020 en Cabo Verde, ese ha sido el discurso de su defensa: que Saab fue detenido en desarrollo de sus funciones de “enviado especial”. Maduró lo nombró embajador plenipotenciario de Venezuela ante la Unión Africana.

El proceso judicial contra Saab se remonta a julio de 2019, cuando, junto con su socio Álvaro Pulido, fueron incluidos en la Lista Clinton, señalados de ser testaferros del oficialismo en Venezuela. Para esa época, el Departamento de Justicia de EE. UU. hizo público el indictment (escrito de acusación) contra Saab y Pulido por ocho cargos relacionados con el lavado de activos por $350 millones producto de la corrupción en contratos de construcción y otros relacionados con la importación de alimentos, venta de petróleo y oro.

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Un año después de la publicación del indictment, Saab fue capturado en Cabo Verde con fines de extradición y comenzó una batalla judicial con tintes de crisis geopolítica. Y, aunque de manera cautelar, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) reconoció la calidad de diplomático de Saab, lo cierto es que, según el documento que dio a conocer la Associated Press, Estados Unidos, “no es consciente de una base por la que Alex Nain Saab Moran pudiera disfrutar de la inmunidad de la jurisdicción penal o civil”.


Este documento lo allegó un fiscal de Miami al proceso que se sigue contra Saab en una corte del Distrito Sur de la Florida. Y allí, a su vez, el funcionario judicial le pidió al juez rechazar una moción con la que la defensa de Saab busca tumbar su status de fugitivo. Según se lee en el documento, “es posible que el régimen de Maduro (a quien Estados Unidos no reconoce como presidente de Venezuela) busque “nombrar” como diplomáticos o enviados especiales a más y más indiciados fugitivos en casos penales que se lleven en Estados Unidos, posterior a la comisión del delito, para darles una oportunidad de buscar que los cargos en su contra sean descartados y frustrar multiples judicializaciones en Estados Unidos”.