EL CONTROL CAMBIARIO SIGUE: El mercado
negro se impondrá al sistema de mesas de cambio
Economistas señalan que la nueva política cambiaria puede presentar inconvenientes que harán que el sistema no sea atractivo para los venezolanos, como por ejemplo, la falta de bancos corresponsales
TalCual
Faltan solo tres días para que en las instituciones financieras inicien las operaciones del nuevo sistema de mesas de cambio –que permite a la banca nacional facilitar la compraventa de divisas– y las expectativas sobre su éxito son cuestionadas por expertos, trabajadores bancarios y usuarios.
Sostienen que el mercado paralelo, que ha estado presente durante más de 16 años por el control cambiario que le concedió al Estado la exclusividad en el manejo de las divisas y que ha sobrevivido a casi una decena de esquemas cambiarios, continuará siendo una alternativa para el acceso rápido a monedas extranjeras.
“Hay que esperar a que inicie, pero estoy segura de que muchas personas seguirán transando divisas en el mercado negro. Yo sigo prefiriendo el paralelo porque ahí siento más seguridad y porque tienes la ventaja de que te entregan los dólares de una vez en lugar de cumplir con un protocolo”, dijo Ana Villamizar, una empresaria que de manera frecuente compra y vende divisas.
El artículo seis de la resolución 19-05-01 emanada del Banco Central de Venezuela (BCV) y publicada en la Gaceta Oficial 41.624 del 2 de mayo de 2019, establece que el interesado en presentar cotizaciones de oferta o demanda de monedas extranjeras deberá “ser cliente de la institución bancaria respectiva en el sistema financiero nacional” y “haber cumplido satisfactoriamente con los procesos de debida diligencia por ante el operador cambiario respectivo”.
Villamizar añadió que es probable que en el nuevo sistema no se liquide el dinero de inmediato, a diferencia de la dinámica en el mercado negro, donde el vendedor está listo para entregar de una vez el monto acordado porque necesita los bolívares.
“He escuchado que el acceso a las divisas dependerá de la oferta que haya”. En efecto, fuentes del sector bancario indicaron que el tiempo de entrega de las divisas solicitadas dependerá de la liquidez que tenga en ese momento cada operador cambiario.
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El economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, sostuvo a través de su cuenta en Twitter que el mercado paralelo continuará siendo relevante para operaciones de menudeo y montos bajos, que no serán atractivos para la banca dado los elevados costos operativos que supone este tipo de transacciones.
“Yo creo que (el mercado negro) va a seguir teniendo un rol importante dentro de la economía venezolana, sobre todo por cuestiones de confianza, la gente ya está acostumbrada a las operaciones de menudeo”, aseguró en una entrevista en Globovisión.
María Carolina Uzcátegui, presidenta de Consecomercio, afirmó que la medida tomada por el BCV no genera la confianza suficiente como para que el intercambio de divisas entre personas tanto naturales como jurídicas se traslade del mercado paralelo al oficial.
La líder del sector comercial señaló que la mayoría de las transacciones en moneda extranjera se realiza en el paralelo porque ese mercado no lo cubre una manta de tanta burocracia, restricciones y de rezago al momento de hacer efectivo el monto pactado.
Además, economistas dudan que el nuevo esquema satisfaga la demanda debido a que en el país no hay entrada de capital extranjero.
Las únicas fuentes de divisas son los pocos exportadores privados que quedan, las remesas (montos que no cubren la demanda) y Petróleos de Venezuela (Pdvsa), principal proveedor de dólares.
No obstante, su producción se situó en 732.000 barriles diarios en marzo y sus exportaciones se han visto comprometidas luego de que su cliente número 1, Estados Unidos, impuso en enero sanciones contra la estatal que prohíben exportar crudo a la nación norteamericana. En 1998, Venezuela bombeaba más de 3 millones de barriles cada día.
Esta situación ha comprometido el flujo de caja en dólares del Estado, lo cual se evidencia en las cada vez más reducidas entregas de divisas en el Dicom.
En la puja 132, efectuada el 16 de abril –un día antes de que Estados Unidos tomara la medida contra el BCV–, hubo apenas 551.000 dólares para 16 personas jurídicas, una cantidad irrisoria que solo representa 2,4% de los 22,94 millones de dólares adjudicados a 776 empresas en la primera subasta de divisas realizada en mayo de 2017.
Ahora el BCV destina los recursos a las importaciones públicas, de manera que no participará en este mercado como oferente de divisas.
“No se va a poder satisfacer la demanda”, dijo el diputado José Guerra, miembro de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), quien además aseguró que la operatividad de las mesas de cambio puede presentar problemas por la falta de bancos corresponsales, los cuales dejaron de operar con la banca privada luego de las sanciones que aplicó el gobierno de Donald Trump contra el BCV.
“¿Cómo se van a liquidar las divisas? Esas transacciones no se pueden hacer todas en efectivo, no deberían hacerse por seguridad”, agregó el parlamentario.
El secretario general de la Federación Nacional de Trabajadores Bancarios (Fetrabanca), Claudio Rivas, también se pregunta de dónde van a salir los “verdes”.
“Si los bancos tienen en sus bóvedas monedas extranjeras, no las van a vender a un precio por debajo del que marca el mercado paralelo. Tendría que ser el BCV quien suministre las divisas, pero no creo que lo pueda hacer por la escasez que tiene de moneda extranjera”, indicó.
Afirmó que mientras el Banco Central, supeditado a la administración de Nicolás Maduro, exija a las instituciones financieras que reporten información sobre las operaciones y fije la tasa de cambio, el control de cambio continúa.
“El mercado negro se impondrá al sistema de mesas de cambio. Nadie querrá transar divisas a una tasa que esté por debajo del paralelo”, añadió el secretario de la Fetrabanca.
Se espera que el tipo de cambio de arranque sea el que fija el ente emisor, que de acuerdo con la última subasta de divisas del Dicom, se sitúa en 5.202,57 bolívares por dólar.
Este viernes 10 de mayo, la casa de cambio Zoom informó que la tasa “a la compra” es de 5.202,62 bolívares y “a la venta” de 5.254,65 bolívares, 456,89 bolívares menos que el precio de la divisa en el mercado paralelo, que se ubicó en 5.711,54 bolívares.
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Efectivamente, como lo señaló Rivas, el artículo dos de la resolución del BCV establece que “las operaciones pactadas a través de las mesas de cambio de los operadores cambiarios serán informadas por éstos diariamente al Banco Central de Venezuela”.
El ente emisor, a su vez, “publicará diariamente en su página web el tipo de cambio promedio ponderado de las operaciones transadas en las mesas de cambio de los operadores cambiarios”, de acuerdo con lo señalado en el tercer artículo.
El artículo siete de la resolución obliga a las instituciones financieras enviar sus reportes “a más tardar a la 1:00 pm de cada jornada”.
El economista Luis Oliveros coincide con el secretario de la Fetrabanca al afirmar que el control cambiario no se acaba, no solo por algunas restricciones que aún se presentan en este mercado, sino también porque los venezolanos no pueden utilizar sus tarjetas de débito y de crédito nacionales en el extranjero ni comprar y recibir inmediatamente en un banco todas las divisas que quieren.
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